La Tercera

De infarto: Chile va a Brasil por la clasificac­ión

Con el último suspiro, cuando la pesadilla se hacía realidad, Alexis decretó el 2-1 sobre Ecuador. Vargas abrió la cuenta y Romario decretó la paridad a los 84’. Ahora el equipo de Pizzi, aunque se coloca tercero en la tabla, viaja obligado al inédito des

- Alvaro Poblete

Con un gol de Alexis en la agonía, la Roja venció 2-1 a Ecuador. Un empate ante el Scratch aseguraría, al menos, ir a repechaje. 49-59

Qué se le va a hacer. El despilfarr­o de fechas pasadas hoy tienen a la Roja celebrando triunfos milagrosos y esperando también milagros en otras canchas de Sudamérica. El olfato de Alexis Sánchez sacó a Chile del infierno y decretó el 2-1 sobre Ecuador en el Monumental.

Pizzi dijo que ganar como sea no era la receta, pero su equipo ganó así. Cuando el fútbol se apagó, cuando la noche se hacía más oscura y cuando Rusia 2018 ya parecía un sueño frustrado. Cuando el equipo y el DT se morían un poquito (como dijo Macanudo el miércoles), apareció el corazón y una casta ganadora que estaba apagada. La Copa del Mundo sigue siendo un sueño posible.

El Niño Maravilla y Arturo Vidal son las grandes estrellas de la Roja, pero ayer Pizzi armó un equipo que jugó para Jorge Valdivia. Al revés, me- jor dicho: el equipo se armó para que el Mago juegue para ellos. Así se planteó el primer tiempo, en donde el conjunto chileno sudó para sacar la ventaja mínima.

Célico, el técnico de la visita, entendió que al Chile de hoy se le deben cerrar los espacios. Que el bicampeón de América toque lo que quiera en su propio campo, donde no hace daño. Ecuador prefirió esperar, lo que en este caso no significó arratonars­e. El ingreso de Preciado como volante por la derecha fue un dolor de cabeza para Isla. El Huaso no pasó al ataque con la frecuencia que acostumbra. Por la derecha de la zaga criolla se produjeron los mayores desajustes en la primera mitad, porque Gary Medel, además, no tenía su mejor jornada. Cuando el partido estaba en cero, de hecho, Jara tuvo un cruce salvador frente a la arremetida de Ordóñez.

La tarea del marginado Marcelo Díaz se la repartiero­n Silva y Hernández. Cumplieron, raspando y también entre- gando. Sólo faltaba que Vidal se enchufara más. Claro, la tensión del partido daba pie a los yerros.

Ese nerviosism­o se alivió un poco a los 22 minutos. Alexis se esforzó por robarle la pelota a Aimar y se la dejó en los pies a Valdivia. El 10 tenía clara la jugada y no demoró en habilitar a Vargas para que el hoy tercer goleador histórico de la Selección definiera con potencia. Fiesta total, fin de más de 400 minutos sin anotar, grito encendido, empañado por el gesto silenciado­r y desafiante del atacante.

En un partido parejo, Chile sacaba la diferencia en su primera oportunida­d. Valdivia siguió manejando los hilos y hasta generó la segunda opción real. Después de una conexión notable con Sánchez, el Mago dejó solo a Mena, quien no supo cerrar el 2-0. Era tan importante irse en calma al descanso... pero al final el triunfo parcial sólo era por la mínima.

Ecuador, que llegó a Santiago con una mínima chance mundialist­a, salió a jugarse sus cartas en el complement­o. Dejó espacios en retaguardi­a y empezó a bombardear el área de Bravo con centros para sus espigados arietes. Y el mismo Valdivia tuvo el ansiado 2-0 comenzando el lapso con una palomita casi en área chica.

Si bien el empate no llegaba, el estadio entero lamentó casi como un gol en contra la amarilla mostrada a Vidal, que dejó al volante del Bayern Múnich fuera del partido trascenden­tal con Brasil. Sin sufrir no vale, es el escenario que la generación dorada destapó cuando ya parecía terminado. La amarilla también sacó a Vidal del partido en Macul, pero la figura de Valdivia siguió creciendo, quitando incluso... generando espacios con sus pases.

Ecuador mandó a la cancha un tercer delantero, mientras Pizzi no se atrevía a mover ninguna pieza, hasta que llamó Martín Rodríguez. Sacó a Vargas y mandó a Sánchez como nueve. Y después retiró

a Valdivia, en el peor momento, porque justo después vino el empate ecuatorian­o, obra de Romario Ibarra.

Era un golpe de nocáut. Lo peor de lo peor. Pero apareció la casta de esta generación, con una pelota que peleó y ganó Vidal, el verdadero Vidal, con un remate fuerte de Gutiérrez y con el oportunism­o de Alexis, el ariete histórico, que gritó el gol del triunfo como una final de Copa del Mundo. Porque eso fue, un gol que vale un Mundial. Y ahora hay que rubricarlo todo en Brasil, donde sumar es una obligación. ●

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 ??  ?? ► Alexis corre como un loco luego de convertir el 2-1 salvador de Chile frente a Ecuador.
► Alexis corre como un loco luego de convertir el 2-1 salvador de Chile frente a Ecuador.
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