ACREDITACIÓN Y UNIVERSIDADES ESTATALES
SEÑOR DIRECTOR
Nos enteramos por medio de su diario, acerca de las intenciones del gobierno de lograr la remoción de rectores de las universidades estatales que se enfrenten a la pérdida de su acreditación institucional. Esto, en caso de que los consejos universitarios asignen tal responsabilidad a la máxima autoridad de la institución.
Nos parece de suma preocupación que en un debate de estas características, el gobierno ponga su prioridad en el ejercicio de reacción a través del castigo, por sobre el de fortalecer a sus propias instituciones. Lo anterior, debido a que se asigna la responsabilidad a una autoridad universitaria específica, desconociendo décadas de debilitamiento de las instituciones estatal es que s e ha pr of undi z a do en diferentes gobiernos, y que hoy la ley de universidades del Estado no hace más que consolidar.
En ese sentido, no podemos sino recordar el año 2011, cuando el entonces ministro de Educación, Joaquín Lavín, manifestó que el cierre de la Universidad Técnica Metropolitana (Utem) sería la mejor solución en caso de pérdida de la acreditación. De esta manera, el gobierno se libraba de toda responsabilidad frente a una institución de propiedad estatal, que llegó a una crisis precisamente por incompetencia del Estado en su administración. La misma lógica que hoy se ha usado para responsabilizar a los colegios públicos de los resultados Simce. En otras palabras, se sistematiza el desconocimiento del rol del Estado frente a sus propias instituciones de educación.
Por tal razón, hacemos un llamado a recapacitar y volver a poner las prioridades donde deben estar: el fortalecimiento de la educación pública es el único camino para dar un giro a la tendencia de privatización de la educación.
Daniela Ramos
Valentina Saavedra DirecciónNacionaldeIzquierdaAutónoma