Lucha contra las armas nucleares gana el Nobel
La Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN) fue galardonada por “sus esfuerzos en lograr una prohibición basada en tratados”. El reconocimiento coincide con una alta tensión mundial por las pruebas atómicas de Corea del Norte
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“Compartimos un fuerte compromiso por lograr un mundo libre de armas nucleares”.
FEDERICA MOGHERINI
JEFA DIPLOMACIA EUROPEA
“Ahora más que nunca necesitamos un mundo sin armas nucleares”.
ANTÓNIO GUTERRES
SECRETARIO GENERAL ONU
“Ese tratado no hará al mundo más pacífico, ni logrará la destrucción de ningún arma nuclear”.
PORTAVOZ DEPARTAMENTO DE ESTADO DE EE.UU.
“Vivimos en un mundo en el que el riesgo de armas nucleares es mayor”.
BERIT REISS-ANDERSEN TITULAR COMITÉ NOBEL
“La labor que lidera el ICAN se hace indispensable en tiempos actuales”.
JUAN MANUEL SANTOS NOBEL DE LA PAZ 2016
“El premio de la paz de este año también es un llamado a estos Estados (con armas nucleares) para que inicien serias negociaciones con vistas a la eliminación gradual, equilibrada y cuidadosamente monitoreada de las casi 15.000 armas nucleares en el mundo”. Ese fue el argumento que entregó el Comité Noruego del Nobel, a través de su presidenta Berit Reiss-Andersen, al entregar ayer el Premio Nobel de la Paz 2017 en Oslo a la C a mpaña Internacional para la Abolición de Armas Nucleares (ICAN).
La ICAN es una coalición que cuenta con 468 organizaciones no gubernamentales en 101 países (entre los cuales no figura Chile) y que busca la adhesión de las naciones al tratado de prohibición de armas nucleares de Naciones Unidas. Este acuerdo glo- bal histórico fue adoptado en Nueva York el 7 de julio de 2017, por 122 naciones miembros de la ONU, aunque ninguno de los nueve países que poseen armas nucleares -Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, China, Francia, India, Pakistán, Corea del Norte e Israel- tomaron parte en el acuerdo.
Reiss-Andersen señaló que “tan pronto como el tratado haya sido ratificado por 50 Estados, la prohibición de las armas nucleares entrará en vigor y será vinculante en virtud del derecho internacional para todos los países que sean parte en el tratado”.
ICAN fue el seleccionado para recibir el Nobel de la Paz por “su labor para llevar la atención hacia las catastróficas consecuencias humanitarias por cualquier uso de armas nucleares y por sus esfuerzos innovadores para lograr una prohibición basada en tratados de ese tipo de armas”, sostuvo el Comité del Nobel.
Luego de que la prensa estadounidense informara que Donald Trump retiraría la próxima semana la certificación al acuerdo nuclear con Irán, firmado en 2015 por seis potencias –Estados Unidos, Reino Unido, Rusia, China, Francia, Alemania e Irán-, ya que éste “no es favorable a los intereses nacionales de EE.UU.”, sumada a la creciente tensión nucelar en Corea del Norte, el Comité del Nobel envió una potente señal.
De hecho, esas fueron las preguntas que le hicieron los periodistas en Oslo a la presidenta del Comité, quien si bien sostuvo que el premio no se dirige hacia las políticas e ideales de Trump en particular, reconoció la urgencia del tema nuclear en la actualidad mundial.
Cuando a Beatrice Fihn, directora ejecutiva de ICAN, la llamaron minutos antes del anuncio del premio para avisarle que el organismo que dirige había ganado el Nobel de la Paz, pensó que era una broma. No cayó en cuenta de que era verdad hasta que escuchó el nombre de ICAN en la declaración que dio ReissAndersen ante los medios para anunciar al ganador.
Tras haber recibido el galardón, Finh comentó que éste “envía un mensaje a todos los Estados con armas nucleares y a todos los Estados que continúan confiando en las armas nucleares para garantizar la seguridad, que es un comportamiento inaceptable ... No podemos amenazar con sacrificar indiscriminadamente a cientos de miles de civiles en nombre de la seguridad. No es así como construyes la seguridad”. Además, Finh dijo que “la elección del Presidente Donald Trump incomodó a mucha gente por el hecho de que pueda autorizar por sí solo el uso de las armas nucleares”.
Posteriormente, ICAN manifestó en un comunicado que “este es un momento de gran tensión global, cuando la ardiente retórica podría fácilmente conducirnos, inexorablemente, a un horror indescriptible”.
A pesar de la señal que el Nobel de la Paz envía a las potencias mundiales, éstas estarían lejos de actuar en pos de un desarme nuclear. EE.UU comunicó mediante un portavoz del Departamento de Estado norteamericano, que “el tratado no hará al mundo más pacífico, ni logrará la destrucción de ningún arma nuclear, ni fortalecerá la seguridad de ningún estado”. Rusia y EE.UU, concentran la mayor cantidad de armas 1.800 armas nucleares listas para ser lanzadas rápidamente ante una advertencia. ●