El salto dorado de Numair
El chileno del salto alto conquistó oro para el atletismo nacional con un registro de 2,03 metros, récord nacional de cadetes.
En los torneos interescolares en los que compite por el colegio Padre Hurtado, el quinceañero Nicolás Numair es como una navaja suiza: corre pruebas de velocidad, salta con la garrocha, salta… Pero a él le gusta la altura, esa que logra cuando brinca y curva su cuerpo hacia la colchoneta, porque con ese salto brilla más.
Y dio prueba de ello en el primer día del atletismo de los Juegos Sudamericanos de la Juventud, en la Pista Atlética del Estadio Nacional, al llegar a una altura de 2,03 metros y romper su propia marca de 1,98, que a su vez era el récord nacional de cadetes. “Vine a buscar el oro y antes de competir estaba más emocionado que nervioso. Le dedico este triunfo a mi familia, que siempre ha estado a mi lado. Todavía no me lo creo, porque subir cinco centímetros en una competencia es algo que no pasa mucho”, expresó tras la victoria.
Numair practica atletismo desde tercero básico, y al año siguiente comenzó en la que sería su disciplina estrella. De hecho, era uno de los deportistas con mayor proyección de podio para el certamen juvenil por el oro que obtuvo en los Juegos Sudamericanos Escolares de Medellín del año pasado. El suyo fue uno de los 15 oros de Chile, de un total de 29 preseas, que dieron al país el primer lugar del medallero.
Ahora, consciente más que nunca de sus capacidades en la prueba que le dio el oro, las demás disciplinas atléticas que practica son como un agregado, una diversión. A sus 15 años ya es un especialista en el salto alto, para el cual se dedica exclusivamente cuando viste los colores nacionales.
“Ahora se viene la búsqueda por un cupo en los Juegos Olímpicos de la Juventud y bueno, si sigo haciendo marcas, llegar a un Mundial”, dice el ambicioso joven, quien sueña con llegar a unos Juegos Olímpicos, hecho que un criollo no logra desde la participación de Ernesto Lagos, en Helsinki de 1952.
“Seguiré dándole duro al salto en altura, porque es la prueba en la que soy mejor. Pero encuentro muy entretenidas las postas y quiero seguir corriéndolas por mi colegio, y también me gusta la garrocha. He sacado un par de marcas con ella, pero no destaco”, reconoce el joven.
Podio a la primera
Aunque todos los competidores de estos Juegos son muy jóvenes, muchos de ellos llevan años en su disciplina. Pero el lanzador de martillo Juan Salazar es una excepción, y por dos motivos: porque debutó en una competencia como seleccionado nacional en el foso y en su primera cita rompió su marca personal, estuvo a punto de ganar el oro y finalmente se colgó la presea de plata.
“Pensé sacar podio, pero nunca segundo ni primero, siempre en tercero”, reconoce. Con el segundo intento alcanzó 60,7 metros, rompió su récord personal y estuvo a 67 centímetros del también chileno Daniel Leal.
En damas, Jossefa Muñoz obtuvo bronce con 55,51 metros. “Estoy muy contenta porque mejoré mi marca en 51 centímetros. Queríamos sacar un lugar en el podio”, manifestó. ●