Las medidas del Biotrén de Concepción para evitar nuevas fallas
Se aceleró el proceso de mantención y está en acuerdo la compra de siete trenes.
La mañana del pasado 28 de septiembre un carro del Biotrén, que une varias comunas del Gran Concepción, en la Región de Biobío, descarriló en las cercanías del puente Llacolén, lo que obligó a que cerca de 270 pasajeros debieran continuar su viaje en locomoción colectiva. En lo que va del año, según Fesur, em- presa que se encarga del servicio del Biotrén, se han registrado ocho fallas. Se trata de complicaciones no graves en el sistema, pero que tienen agotados y preocupados a usuarios y autoridades.
Boris Chamorro, alcalde de Coronel, es uno de ellos, ya que de los 18 mil usuarios que moviliza el Biotrén mensualmente, 14 mil son de esa comuna puerto. “Este descarri- lamiento fue en tierra, pero si hubiese sido en el puente la verdad es que estaríamos hablando de otras consecuencias. Hemos enviado un oficio a Fesur para que nos pueda responder de manera formal algunas acciones más concretas respecto de problemas con el servicio”.
Durante abril de este año, y a raíz de diversas fallas que presentó el transporte, Chamorro junto al alcalde de la comuna de San Pedro de la Paz, Audito Retamal, se reunieron en Santiago con la ministra de Transportes, Paola Tapia. Le manifestaron su preocupación por estos hechos y por la larga data de los vagones, que llega a los 40 años. “Queremos que existan soluciones, que se nos garantice un servicio seguro y que cumpla con los compromisos asumidos, como la compra de nuevas máquinas”, señaló Retamal.
La solicitud de los ediles fue acogida y está comprometida la adquisición de siete nuevos trenes, contemplados en el Plan Trienal 2017-2020. Se espera que a fines de año el nuevo material rodante esté en proceso de compra. Las bases de licitación ya están terminadas, pero como el sistema de adquisición es complejo, no sería sino hasta 2019 que la ciudad contaría con estos nuevos carros. En el intertanto, los usuarios tendrán otras mejoras.
“Efectivamente, no antes de dos años, en el mejor de los casos, vamos a tener trenes nuevos”, as e g uró César Arriagada, seremi de Transporte del Biobío.
Mientras, para enfrentar en el corto plazo esta situación, la autoridad explicó que Fesur, en abril pasado, inició un nuevo proceso mucho más intenso de mantención del material rodante. “Se instalaron nuevos equipos de mantención en Coronel y es así como en abril se detectaron algunas fallas que tenían que ver con el sistema de seguridad en las puertas, que se fueron cambiando en plazos breves”, agregó Arriagada.
Alejandro Tudela, presidente del directorio de Fesur, señaló que “el historial de las máquinas es bastante antiguo, así que cuando se sabe que hay elementos que se van desgastando, uno los reemplaza, pero eso no anula la posibilidad de que algo falle en algún instante”. ●