El histórico grupo que busca rearmarse en la zona
El 20 de abril de 2006 un operativo instruido por el entonces fiscal regional Sur Alejandro Peña, permitió desbaratar a la banda más peligrosa de La Legua: “Los Cara de Pelota”. La organización, según los antecedentes que manejaba el ente persecutor, estaba compuesta por 18 personas, divididos entre cabecillas, “pilotos”, financistas y “soldados”.
El clan, al igual que la mayoría de las bandas narcos, era compuesto por una familia, liderada por Pedro González Díaz (en la foto) y Moisés González Berríos, su hijo, ambos condenados en 2007 a 15 años y un día por asociación ilícita para el narcotráfico y por el delito de tráfico de drogas, y a 541 días por tenencia ilegal de arma de fuego.
De acuerdo a los antecedentes de la policía, los líderes del grupo criminal eran los encargados de buscar la droga, negociar la compra a gran escala y después enviársela a los mandos medios para que la traficaran en distintas partes de Santiago. Según las estimaciones de la fiscalía, al momento de la condena de esta banda, el grupo delictual obtenía ganancias que fluctuaban entre los $ 200 millones y $ 300 millones anuales.
Dentro de esta banda también era fundamental la señora de Pedro González, quien estaba encargada de coordinar las labores entre lo que querían los líderes y los “pilotos”, quienes eran los encargados de repartir la droga. Su centro de operaciones era la calle Venecia, en La Legua.
Y es justamente uno de estos “pilotos” quien tiene en alerta a la policía, pues estaría tratando de reorganizar la banda. Se trata de un hombre de iniciales A.C.V., quien tras ser condenado, obtuvo la libertad condicional en 2016.
Preocupa la eventual reorganización de “Los Cara de Pelota”, dado que el grupo cuenta con distintos contactos con otros narcotraficantes de Santiago. Incluso, en el último allanamiento realizado por la PDI en La Legua, se logró detener a una serie de personas con antecedentes penales, entre ellos cinco “soldados” de esta organización criminal.
Al parecer, según las estimaciones de la policía, una de las organizaciones narcos más reconocidas en Santiago quiere volver a tomar “su lugar histórico” en la zona sur de la Región Metropolitana. ●