Las medidas que dieron una nueva cara a La Pincoya
Pavimentación de calles, iluminación y programas deportivos gratuitos para los vecinos son algunas de las medidas que implementó el municipio de Huechuraba. Todo para terminar con la marca que le dejó haber sido considerado un sector de alta complejidad.
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“Antes, si ibas a sacar una tarjeta a las casas comerciales y decías que eras de La Pincoya, no te la daban. Lo mismo pasaba para buscar trabajo. Pero hoy este es un sector lindo, donde tenemos buenas calles, plazas y áreas verdes. Ha cambiado la facha, esta es otra comuna”.
Con estas palabras, la presidenta de la Junta de Vecinos Diego Portales, Victoria Inostroza, explica lo que es la nueva realidad de la emblemática población ubicada en Huechuraba y que contrasta con lo que pasaba solo unos años atrás.
“La Pincoya era una población en donde todos decían que no se podía vivir por la delincuencia. Era normal ver gente sin trabajo en cada esquina y ollas comunes. Lo que había antes y lo que hay ahora es totalmente distinto, porque la mayoría de las personas cuidan sus cosas. Nos hemos sentido parte, nos hemos enraizado”, agrega.
Las palabras de esta dirigente no son solo eso. Según los datos de la Subsecretaría de Prevención del Delito, durante 2015 los casos de Delitos de Mayor Connotación Social (violaciones, homicidios o robos con intimidación, entre otros) fueron 4.565, en comparación con los 3.795 que se produjeron 12 meses después y que significaron un descenso de 16,9%.
Asimismo, en comparación con lo que sucede en el resto de las comunas de la Región Metropolitana, Huechuraba presenta menores índices de robo en lugar habitado, detenciones por estado de ebriedad y consumo de alcohol en la vía pública.
¿La clave? Generar instancias para que los vecinos participen en, por ejemplo, actividades deportivas. La creación de un polideportivo en el sector ha provocado que, aproximadamente, mil personas realicen actividades gratuitas a través de 40 disciplinas. Actualmente, son 8.700 los vecinos inscritos como socios activos en el Departamento de Deportes del municipio.
Uno de ellos es el actual campeón nacional de boxeo en la categoría pluma, Gonzalo ‘Maravilla’ Fuenzalida (22), nacido y criado en Huechuraba. “A los 16 años comencé a entrenar, porque estaba en un mundo de mucho carrete. Quería hacer un cambio en mi vida y por eso me metí en el boxeo”, comenta.
Fuenzalida recuerda cómo eran los terrenos donde creció y que ahora albergan los centros deportivos. “Antes teníamos unas canchas de tierra, ahora tenemos un skatepark y canchas de pasto sintético. También existe una piscina municipal y ahora van a abrir otra temperada”, cuenta el deportista.
Y añade: “Estos peladeros eran generalmente ocupados por grupos que consumían mucho alcohol y drogas. Ahora no. Todo esto ayuda a la gente a salir de ese mundo, porque son oportunidades que nos dan al ser gratis todos los talleres”.
Barrios de alta complejidad
De 2001 a la fecha, distintos gobiernos han implementado programas en barrios de alta complejidad. Sin embargo, la gran mayoría ha fracasado. Prueba de ello es lo que pasó en la población La Legua de San Joaquín, donde un enfrentamiento a balazos entre bandas de narcotraficantes se extendió por más de 72 horas.
“Creo que el análisis inicial que se hizo para crear esos planes de intervención no fue el correcto. No se pueden hacer programas estándar cuando todas las comunas y barrios tienen realidades distintas”, explica el alcalde de Huechuraba, Carlos Cuadrado (PPD).
Si bien el jefe comunal resalta el trabajo social que se ha hecho -donde destaca la atención dental gratuita en colegios municipales, la construcción de un consultorio en La Pincoya y la implementación de una biblioteca que ha sido ampliada dos veces- reconoce la importancia de la prevención. “Tenemos 53 cámaras de seguridad y las ampliaremos a 72. Además, le entregamos un terreno a Carabineros para levantar un cuartel y haremos lo mismo con la PDI”, dice.
Pero eso no es todo, ya que desde el 2018 se implementará un departamento comunal de seguridad. “Eso otorgará más autoridad sobre la policía uniformada, generará reuniones y acuerdos. Algo positivo, porque, en definitiva, los alcaldes somos los que mejor conocemos nuestros territorios”, asegura.b