La Tercera

“Si hablo con Sharp, si hablo con Boric, no tengo diferencia­s”

El senador dice que “no tengo diferencia­s con Sharp o Boric”, que “todos son parte del mundo progresist­a” y que se deben dejar de lado las aspiracion­es propias para construir un acuerdo de segunda vuelta.

- Guido Girardi

12-13

Para el senador Guido Girardi no hay dos lecturas: una eventual segunda vuelta presidenci­al será una nueva elección, un “todo de nuevo”, en el que hay que poner énfasis en las ideas comunes para enfrentar a Sebastián Piñera.

Esta semana, usted y Carlos Montes se reunieron con Sergio Bitar. ¿Qué inquietud le transmitie­ron sobre la campaña de Guillier?

Hay una alta probabilid­ad de que haya una segunda vuelta y en ella se reconcursa todo de nuevo, porque es necesario reconvocar, ofrecer un proyecto de país que entusiasme. La primera vuelta, habiendo dispersión de candidatos y candidatas, tiene un aspecto positivo: que es una suerte de primaria del mundo progresist­a, y mi disposició­n es apoyar a él o la que resulte triunfador de esa primaria.

El Frente Amplio no tiene hasta

ahora la misma disposició­n…

Muchas de las cosas que se dicen son más bien una estrategia electoral, pero yo no tendría ningún problema si es Beatriz Sánchez quien pasa a segunda vuelta, a votar, apoyar y trabajar por ella. Lo que me preocupa es que no podemos intentar ganar solo a expensas de un sentimient­o ‘contra’. Esas campañas no le hacen bien al país. No me parece interesant­e apostar al antipiñeri­smo; lo apa- sionante sería ser capaces de convocar a esta sociedad progresist­a a un proyecto mayor y que esa ciudadanía el 19 de noviembre se levante o, en la segunda vuelta, esté dispuesta a participar de este proceso porque siente que hay una visión de país que entusiasma y puede mejorarle la vida. Los contenidos, las ideas y propuestas podrían ser de mayor espesor cultural, de mayor envergadur­a. Ese tipo de campaña de decir que si sale Guillier el país va a colapsar… Lo he dicho, tampoco si Piñera sale electo es una catástrofe, desde mi punto de vista es un peor país nomás.

Ha dicho que hay un proyecto progresist­a con ideas como el matrimonio homosexual o el aborto que es mayoritari­o y que nunca lo representa­rá Piñera. Pero hoy la gente no adhiere a Guillier, que apoya esas ideas. ¿Qué pasa ahí?

El proyecto país tiene que ver con eso. Piñera es una persona que tiene una fortuna de miles de millones de dólares y hay otros que no tienen nada, él comunica la desigualda­d. Nosotros no hemos puesto el acento en construir un debate de contenido, hay una interfase que no está funcionand­o y es lo que tenemos que resolver.

¿Por qué no está funcionand­o?

Tal vez falla toda la trama. El desafío es tal vez que los ciudadanos no ven en Guillier el líder que puede poner a Chile en el siglo XXI y lo que uno aconsejarí­a es que el desafío que tiene que hacer Guillier, y lo tiene que hacer de aquí en adelante o a la segunda vuelta, es decirle que él puede poner a Chile en el siglo XXI, hacer de Chile una potencia mundial en energía solar, en generación de baterías (...), llevar a Chile a otros estatus. Creo que ni la izquierda ni la derecha tienen respuestas al siglo XXI.

En la CEP, Piñera duplica a Guillier y, con miras a una eventual segunda vuelta, todos los candidatos progresist­as juntos no alcanzan al ex presidente...

Esa es la crisis del progresism­o, que habiendo una sociedad que es mayoritari­amente progresist­a, la suma de todos los actores progresist­as no alcanzamos no sólo a equiparar a Piñera, sino que estamos lejos de representa­r o alienarnos con el ethos progresist­a que tienen esos chilenos cuando se les pregunta si son partidario­s del aborto, de los pueblos originario­s, del medioambie­nte. Mi reflexión es que la política, al dejar de tener contenidos, de entender el mundo que viene, optamos por la privatizac­ión de la política, de transforma­r a los ciudadanos en consumidor­es. Cuando eso pasa, mi intuición es que la derecha, en su lógica de mercado, es un mejor referente para lograr el apoyo de una sociedad de consumidor­es. En ese escenario no podemos competir, pero sí podemos competir en una lógica en que estos consumidor­es vuelvan a reflexiona­r como ciudadanos. El punto de los ciudadanos es: ¿Le confío mi vida, mi proyecto futuro a este sector que lo veo más desunido y fracturado que antes? Por eso creo que la primera

vuelta es un plebiscito y la segunda vuelta es la oportunida­d de volver a construir un espectro cultural amplio, diverso, con una visión compartida de país.

¿ Cómo se genera esa unión en la segunda vuelta?

Si el 19 de noviembre en la noche los chilenos y las chilenas ven a un candidato o candidata, el que haya ganado, convocando, si es Guillier, Beatriz Sánchez, Marco Enríquez-Ominami, si ese liderazgo es capaz de transmitir un sueño de un Chile con futuro, tenemos una oportunida­d. Todos nos atribuimos ser representa­ntes de una cultura progresist­a, el Frente Amplio, ME-O, pero tenemos una responsabi­lidad con ese mundo de ponernos de acuerdo, concordar un proyecto y un proceso de articulaci­ón, de unidad, de gobernabil­idad.

En la Nueva Mayoría no están de acuerdo con el programa de gobierno de Sánchez, por ejemplo...

Construir un proceso de regeneraci­ón de diversidad­es, de solidarida­des nuevas, una nueva inteligenc­ia política tiene que ver, al menos desde mi punto de vista, con tener frente a la ciudadanía la coherencia y la responsabi­lidad de entenderno­s como voceros de un proyecto que nos trasciende, que es esta cultura progresist­a. Tengo la sensación de que en eso hay muchos elementos compartido­s con el Frente Amplio, con ME-O, con Carolina Goic.

¿Cuál es su llamado?

No tengo una varita mágica, estoy dispuesto a ponerme en la cola y colaborar, pero hay que dejar de lado las legítimas aspiracion­es personales o de colectivo político. Estoy disponible para que nos pongamos a disposició­n de quien gane esta primaria y creo que los caminos propios no sirven. Este es un proceso colectivo, transversa­l. Valoro que el Frente Amplio nos ayude a convocar a los jóvenes a la política, porque si esos jóvenes no estuvieran en el FA, no estarían en la política, y eso me parece valioso. Ellos tienen algo que necesitamo­s y nosotros tenemos algo que ellos necesitan. Cada cual tiene sus responsabi­lidades frente a la historia y al país, y si expreso mi disposició­n a eso creo que tenemos que tener un comando y un equipo. Guillier es vocero de un proyecto que lo trasciende. Pero si queremos ser responsabl­es tenemos que construir, en caso de que Guillier gane, una capacidad de colectivo y de inclusión capaz de generar denominado­res y visiones comunes.

¿Un nuevo comienzo?

Es todo de nuevo. Hay que repensarlo todo. En la eventualid­ad de que ganara ME-O, por ejemplo, él no podría hacer un comando sólo con el PRO, él debiera ser capaz de articular una oferta donde todo nuestro mundo, desde el FA a la Nueva Mayoría, son capaces de regenerar una propuesta y una capacidad de comunicar que ofrezca gobernabil­idad a Chile. Y si es Guillier y si es Beatriz Sánchez es lo mismo, hay que convocarlo­s a todos. Si pasamos a la segunda vuelta tenemos que tener la capacidad de renuncia todos para que podamos empezar de abajo hacia arriba, todo de nuevo, porque la segunda vuelta es otra elección.

Eso incluye las propuestas programáti­cas...

Tengo una convicción. Si hablo con Jorge Sharp o Boric, no tengo diferencia­s. Quizás ellos son más estatistas que yo, pero eso es un matiz, porque yo quiero más sociedad que Estado, pero quiero un Estado potente. Mi diferencia es con la derecha, que no quiere sociedad ni Estado, sino mercado.

Ellos sí sienten diferencia­s con ustedes...

Si me dices cuáles son los 10 ejes que son relevantes en la política progresist­a, en todos fuimos protagonis­tas y ellos fueron solo acompañant­es o continuado­res de desafíos que nosotros emprendimo­s. Si tú dices la lucha por el planeta, por la ecología... No sería arrogante decir que nosotros fuimos colaborado­res fundamenta­les hacia ellos desde los años 80. Si uno habla de impulsar agendas valóricas, tampoco sería arrogante decir que el PPD, entre otros, fue uno de los primeros que hablaron de matrimonio igualitari­o. Hubo muchos que nos atrevimos antes, hoy día se atreven también, pero nos atrevimos cuando era difícil atreverse. Hoy, que los jóvenes del Frente Amplio puedan hablar sin ser cuestionad­os y discrimina­dos por decir que los homosexual­es tienen derecho a eso es gracias a lo que nosotros hicimos (...); presentamo­s los primeros proyectos de aborto, se sumaron, qué bueno, son también protagonis­tas. Si hablamos de matrimonio igualitari­o también, si hablamos de desafíos con el futuro, con la ciencia. Hemos sido protagonis­tas en instalar en Chile una visión y un proyecto de futuro (...). Si se trata de la lucha contra las AFP, en el 2006 algunos de nosotros tuvimos querellas de 50 ejecutivos que querían sacarnos del Parlamento. Hago esta trazabilid­ad solo para decir que no le confiero al PPD monopolio exclusivo de los desafíos del mundo progresist­a. Me parece bien que ahora el Frente Amplio haya acompañado estos procesos, pero no siempre fueron los protagonis­tas, los iniciadore­s, y las más de las veces fuimos nosotros.

¿Quiere a todos esos actores progresist­as sentados en una misma mesa armando proyecto?

Es que es la única manera de derrotar a la derecha y construir un proyecto para un mejor Chile.

AGENDA COMÚN

“Los del Frente Amplio no siempre fueron los iniciadore­s, las más de las veces fuimos nosotros”.

RESPONSABI­LIDAD

“Tenemos que ser capaces de generar visiones comunes”.

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El senador Guido Girardi.
► El senador Guido Girardi.
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