Un choque de alto contraste
Mientras que la U lucha por la corona del Transición, la UC está cerrando un año para el olvido que, en parte, podría maquillar con un triunfo ante los azules.
Ya el miércoles, en sólo 24 horas, los hinchas de Universidad de Chile agotaron las entradas para el partido que ha sido, históricamente, el más importante para ellos: el clásico ante Universidad Católica.
El interés de los aficionados azules -los de mejor asistencia en los torneos recientestiene su correlato en el plantel que dirige Guillermo Hoyos, con Mauricio Pinilla como portaestandarte; el ariete, lesionado por un golpe que él mismo propinó en Antofagasta, se ha esforzado al máximo por superar el esguince de tobillo que, en circunstancias normales y ante un rival menos tradicional, hubiera significado su baja inmediata.
Mientras, Hoyos mantiene la calma y, como siempre, guarda algún elogio para el rival de turno. En este caso, apunta a Mario Salas: “Universidad Católica es un gran rival con uno de los mejores entrenadores que hay en la liga”.
Ayer, además, se escenificó un sábado casi a pedido para la U, con Colo Colo tropezando escandalosamente en Temuco.
De esta manera, al mediodía de hoy en el Estadio Nacional, Universidad de Chile no sólo se presentará con el entusiasmo que habitualmente acompaña a la disputa de un clásico, sino que, también, lo hará con la perspectiva de igualar en puntaje a los albos, aumentando así sus posibilidades de alcanzar la corona del Torneo de Transición.
Por el lado del visitante, el choque de hoy representa la posibilidad de maquillar en parte un año que se ha desarrollado con tono de desastre. Luego de un 2016 que significó el primer bicampeonato en la historia cruzada, 2017 ha implicado una cadena de decepciones que, hasta ahora, parece no tener fin.
Tanta fue la decadencia en el rendimiento del equipo de Las Condes, que sus diretivos ya están revisando cuáles son las opciones más probables para convertirse en reemplazante de Salas, situación que, incluso, fue considerada natural por el cuestionado entrenador.
“No sentirnos favoritos en el clásico ante la U sería un problema”, sostuvo Salas acerca del papel que cumplirán en el partido de hoy. Lo dijo desde la convicción, porque “uno asume el riesgo de que somos un club grande y que somos favoritos en cada uno de los partidos”.
Las declaraciones de Salas chocan, más allá del rendimiento, con las bajas que afectan a los cruzados, quienes por una u otra razón, enfrentarán el compromisos sin sus principales jugadores de ofensiva: Diego Buonanotte, Santiago Silva, David Llanos y Diego Vallejos. En este contexto, Jeisson Vargas será el beneficiado, convirtiéndose en el eje de ataque, con José Luis Muñoz y el juvenil David Henríquez como opciones.
Vencer a la U, aparte de la exigencia histórica y la reivindicación del año, le abre la opción de seguir luchando aún por un cupo en la Copa Sudamericana, un objetivo no menor en un año que sólo se ha vivido entre sinsabores.b