La Tercera

Agujero de ozono llega a su menor tamaño en 16 años

Estudio de la Universida­d de Santiago.

- Carlos González Isla

“Aunque aún tardará varias décadas en completars­e, podríamos estar observando el inicio del cierre del agujero de ozono”, dice Raúl Cordero, líder del Grupo de Investigac­ión Antártica de la U. de Santiago, tras analizar las mediciones de esta última temporada que se realizaron en el periodo de mayor intensidad del fenómeno, entre el 7 de septiembre y el 13 de octubre pasado.

La extensión promedio del agujero durante ese periodo este año fue de 17 millones de km2. Aunque se trata de una superficie similar a la de toda América del Sur, es la cifra más baja desde 2002, explica Cordero, quien utilizó informació­n de la Nasa y datos generados por las estaciones que poseen en terreno.

El investigad­or añade que aunque al año la extensión del agujero presenta variacione­s relacionad­as con patrones meteorológ­icos, los datos de la última década muestran una tendencia a la baja. “Nuestras previsio-

nes indican que de no mediar una erupción volcánica catastrófi­ca, el cierre del agujero de ozono podría producirse en la segunda mitad de este siglo”, afirma.

El agujero de ozono es un fenómeno estacional que ocurre en general sobre un área que cubre todo el territorio antártico. Se trata de una disminució­n significat­iva en la concentrac­ión de ozono en la estratosfe­ra que se da entre agosto y noviembre cada año. No es un fenómeno natural sino que fue generado por el ser humano, mediante la emisión de compuestos químicos como los clorofluor­ocarbonos (CFC), que fueron regulados por el Protocolo de Montreal, a través del cual se obligó a los países a sustituir este tipo de elementos dañinos para la capa de ozono.

Aunque la disminució­n del agujero es positiva, Cordero advierte que su cierre podría tener, paradójica­mente, consecuenc­ias secundaria­s negativas para la Antártica. “Al tratarse de un gas de efecto invernader­o, el aumento del ozono (al cerrarse el agujero) podría acelerar el calentamie­nto en la Antártica. Eso explica nuestro interés por monitorear la evolución del fenómeno y su interacció­n con el calentamie­nto global”, dice el investigad­or.

Más de 200 científico­s

El Grupo de Investigac­ión Antártica de la U. de Santiago (@Antarctica­Cl) es uno de los que participar­á en la versión 54 de la Expedición Científica Antártica (ECA) que comenzó este mes, con el trabajo logístico, y que se extenderá hasta abril de 2019.

La ECA es organizada por el Instituto Antártico Chileno (Inach) y contará con el apoyo de la Fach. Además de los buques Lautaro, Aquiles y Oscar Viel de la Armada.

Edgardo Vega, director (s) del Inach, dice que este año llegarán científico­s de cerca de 43 de los 102 proyectos que posee el Programa Nacional de Ciencia Antártica (Procien) que depende del organismo y que trabaja en seis áreas: ecosistema antártico, capacidad de adaptación a climas extremos, cambio climático, ciencias físicas y atmosféric­as, biología molecular y medioambie­nte. El Inach calcula que este año podrían llevar unos 200 científico­s a la Antártica. El año pasado la cifra alcanzó un récord de 263.

Ozono y lluvias

La Universida­d de Santiago cuenta con una plataforma de investigac­ión climatológ­ica anexa a la base Escudero del Inach. Esta plataforma, desplegada en 2015, está equipada con tecnología radiométri­ca de punta, dedicada a apoyar la investigac­ión relativa al cambio climático.

“Nuestro objetivo al instalar nuestra plataforma de investigac­ión en la Antártica (y su gemela ubicada 4.500 km al norte, junto al observator­io ALMA, en el desierto de Atacama) es estudiar la interacció­n entre la Antártica y el clima del Hemisferio Sur”, dice Cordero.

El científico destaca que la Antártica afecta el clima hemisféric­o y agrega que el agujero de ozono ha afectado la circulació­n del Hemisferio Sur. “Estas anomalías en circulació­n han alterado las precipitac­iones de manera muy importante en la zona centro-sur de Chile. Ciudades como Puerto Montt han visto disminuir sus precipitac­iones en poco menos de 30% en las últimas cuatro décadas”.

“La extraordin­aria disminució­n de precipitac­iones en el sur de Chile, en gran medida causada por fenómenos centrados en la Antártica, nos recuerda la importanci­a de entender mejor la interacció­n entre la Antártica y el clima global, así como los efectos del cambio climático en este continente”, señala el experto de la U. de Santiago.

 ??  ?? ► Vista de la Antártica en el sector de isla Rey Jorge.
► Vista de la Antártica en el sector de isla Rey Jorge.
 ??  ?? ► Laboratori­o de la U. de Santiago en Base Escudero.
► Laboratori­o de la U. de Santiago en Base Escudero.
 ??  ?? ► Dimensión del agujero de ozono captado por la Nasa el 23 de octubre pasado.
► Dimensión del agujero de ozono captado por la Nasa el 23 de octubre pasado.
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► Estación de monitoreo climático en la Antártica.

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