El VAR irrumpe con polémica
La clasificación de Lanús a la final del torneo puso en tela de juicio el uso de la tecnología, que llevó a los jueces a errores. Eso sí, en la Conmebol lo reivindican.
Lanús está en la final de la Copa Libertadores tras dar cuenta, épicamente, de River Plate. El equipo granate logró revertir el 0-3 global que favorecía a los Millonarios , que se impusieron por la mínima diferencia en la ida y que, el martes por la noche, en 23’ ya ganaba por 0-2 en la revancha.
Parecía una clasificación fácil del cuadro de la banda sangre, que jugaba mejor y tenía la ventaja. Sin embargo, la historia se escribiría de una manera diametralmente opuesta.
El 4-2 final (4-3 global), que le dio el pase a la definición continental a Lanús por primera vez en sus 102 años de historia, estuvo marcado por la gran reacción de sus jugadores, cuyo orgullo herido les dio el valor para ir a cambiar su suerte, pero también por la intervención de los jueces y de la aplicación del VAR.
La ayuda audiovisual para los árbitros fue utilizada por tercera vez en este lado del mundo, en el marco de la implementación paulatina del sistema que ha hecho la Conmebol, pero por vez primera influyó en el trámite del encuentro y en el resultado final.
Las polémicas se iniciaron poco antes del entretiempo. Un desborde y posterior centro de Ignacio Scocco impactó en la mano de Iván Marcone, quien logró despejar el peligro, pero no las dudas. La situación ameritaba ser sancionada como penal a ojos de la mayoría, sin embargo, el colombiano Wilmar Roldán se desentendió. Sus asistentes encargados del VAR hicieron lo propio y la jugada no salió más de la mente de la visita, que en aquella incidencia pudo sentenciar la serie en su favor. Para colmo, en el siguiente ataque el local anotó el primer descuento.
Todo se enturbió todavía más en el segundo tiempo. Pasados los 60’ hubo una clara agresión de Román Martínez sobre Ariel Rojas que, bien sancionada, habría dejado con diez hombres a Lanús. El árbitro no vio o no quiso ver la acción, lo mismo que los responsables del VAR, que ya no pudieron volver atrás cuando,a la jugada siguiente, el local marcó su tercer tanto de la noche.
No sería todo. Pocos minutos después, cuando el partido seguía 3-2 y el dueño de casa presionaba, Roldán debió apoyarse en el VAR para sancionar penal de Gonzalo Montiel sobre Nicolás Pasquini. El defensor millonario tiró de la camiseta del mediocampista de Lanús en una posición cómoda para ser advertida por el juez, no obstante éste necesitó de la colaboración del uruguayo Andrés Cunha, jefe de los asistentes de video, quien sí vio la falta que, a la larga, valió el 4-2 y la clasificación.
Y más allá de lo emotivo del trámite del duelo, en River se sintieron perjudicados. “Lo que pasó es una vergüenza”, dijo el timonel de La Banda, Rodolfo D’Onofrio, quien después añadió en redes sociales: “un árbitro se puede equivocar, pero no siete. ¿Se puede actuar tan impunemente?”. Matías Patanian, en tanto, vicepresidente, refrendó los dichos y habló de “robo”.
Y mientras el mandamás granate, Nicolás Russo, mandaba a los millonarios “a llorar a la iglesia”, el propio responsable del arbitraje de la Conmebol, Wilon Seneme, defendía a los suyos. “El VAR fue utilizado correctamente”, dijo, antes de ensalzar su uso en el continente: “Hay que comprender que el futuro del VAR se decide el 2018. Todo el mundo del fútbol tiene que decidir si sirve o no. Estamos ayudando a que se desarrolle. En el fútbol siempre habrá polémicas, con o sin VAR”, dijo.
River Plate, en tanto, que con el calor de la derrota amenazó con denuncias formales para impugnar el partido, finalmente asumió su caída y desistió. La polémica, no obstante, será indeleble.b