Cambio de tono entre China y EE.UU.

La visita oficial del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a Beijing, donde se reunió con su par chino Xi Jinping, mostró un evidente cambio de tono en las relaciones entre ambos países. Mientras el Presidente chino le dio un trato especial a su par norteamericano, Trump no dudó en halagar a Xi y asegurar que entre ambos hay “una gran química”. Un clima muy distinto al que existió en los primeros meses de la actual administración de EE.UU., cuando se puso en duda la política de las “dos chinas” y el presidente Xi aseguró incluso que las “relaciones se veían afectadas por factores negativos”.

Este evidente giro se explica en parte por el interés del Presidente chino de dejar claro que su país se encuentra hoy en una posición muy distinta al pasado y está dispuesto a jugar un papel protagónico en el escenario mundial. En ese marco era importante para él que la relación con Estados Unidos se diera a nivel de iguales, algo que, según coinciden diversos analistas, consiguió. Por su parte, Trump privilegió el pragmatismo, dejando en evidencia que sus antiguas críticas a Beijing eran simple retórica.

Si bien es positivo este espacio de diálogo, ello no quita que en temas relevantes se actúe con firmeza y, en eso, Trump quedó en deuda. Se esperaba que avanzara en la solución de la crisis norcoreana, pero éste, más allá de insistir en que Beijing debe involucrarse plenamente, no mostró una actitud decidida ni tampoco se escuchó una respuesta de Xi sobre el asunto. Lo mismo sucedió en el ámbito de los DD.HH., donde Trump mostró una actitud condescendiente.