El año terrible del fútbol chileno a nivel de selecciones
La Sub 15 remata con su eliminación en primera ronda del Sudamericano un 2017 nefasto de la selección chilena de fútbol en todas las categorías.
Seguramente, un fanático de las selecciones chilenas no guardará especial recuerdo de 2017. Al contrario, el año que ya se va quedará marcado por el largo listado de fracasos que Chile sumó en cada una de sus categorías. Desde la absoluta de Juan Antonio Pizzi, que se quedó sin una Copa del Mundo luego de dos procesos exitosos, pasando por la Sub 20 de Héctor Robles, que hizo uno de los peores campeonatos de los que se tenga memoria, y llegando a la Sub 15 de Cristián Leiva, el mejor de los que no lograron objetivos. Quizás si lo único positivo fue la clasificación al Mundial Sub 17 del combinado de Hernán Caputto, que de todas formas se manchó por una campeonato horrible en India.
Terminado el sudamericano Sub 15 de Argentina, donde Chile quedó eliminado en la fase de grupos, se cerraron todas las competiciones oficiales en que la federación podía participar este año. El balance es nefasto y el país se quedó en el camino en tres de los cuatro torneos: en el Sudamericano Sub 20 quedó eliminado en la fase de grupos, mismo caso que en el certamen Sub 15, mientras que en las Eliminatorias a Rusia 2018 la Roja terminó en el sexto lugar con las manos vacías.
Y si bien cada uno de los procesos tuvieron errores propios, como la poca mano dura que aplicó Pizzi en la Roja adulta o la elección de jugadores en el caso de Robles, hay otros factores que explican una debacle de la que Arturo Salah y su directorio deben hacerse cargo.
¿Culpas? Todo apunta a una desconexión total entre las diversas selecciones. No hay la Sub 17 que salió tercera en el Mundial de Japón en 1993, aporta: “No sacamos nada con tener un estilo si no trabajamos lo fundamental, que es la técnica de base en las selecciones menores. Un proceso es una política deportiva y ahí se tiene que decir ‘¿cómo vamos a trabajar a nuestros jóvenes?’, ahí falta una política deportiva. Hay una abismante deficiencia técnica. ¿Qué manual existe en el fútbol chileno para que digamos ‘elijamos jugadores de tal biotipo’?”, asegura quien fuera parte de un trabajo de ese estilo en 1990, cuando se creó, bajo la presidencia de Abel Alonso, la Dirección Técnica Nacional. Y junto a ella una suerte de plan maestro, con Arturo Salah como entrenador de la selección adulta, Manuel Pellegrini de la Sub 20 y el propio Véliz de la Sub 17. Todo esto con el apoyo del presidente del colegio de entrenadores, Caupolicán Peña.
De cara al futuro, las miradas son poco alentadoras. Al menos cuando se trata de encontrar respuesta en el producto chileno para intentar revertir un año que comenzó mal y terminó de la peor forma. “Todavía los técnicos chilenos no nos futbolizamos. Vamos poco al estadio, nos gusta participar poco en los foros. No tenemos técnicos de calidad, es cosa de ver el torneo chileno, que es miserable. Es cosa de ver el campeonato de menores que es miserable, ¿por qué?, por el costo, por esto, por lo otro”, analiza Miguel Ángel Gamboa, ex mundialista en España 1982.
El directorio que encabeza Arturo Salah fue el responsable de la elección de todos los entrenadores de las selecciones. Días después de haber asumido en Quilín, a inicios de 2016, se oficializó a Juan Antonio Pizzi como DT de la selección adulta. En abril de ese año, se confirmaró a Héctor Robles y Hernán Caputto como los técnicos de la Sub 20 y la Sub 17, respectivamente. Yen marzo de este año hicieron lo propio con Cristián Leiva, en la Sub 15. La culpa también les compete. En la ANFP, solicitados por una opinión sobre el tema, declinaron referirse mientras el mundo del fútbol llora un 2017 nefasto. ●