EL PAPA Y LA INMIGRACIÓN
SEÑOR DIRECTOR
A propósito de la discusión sobre inmigración, el Papa Francisco ha declarado que “las migraciones no son un peligro, sino un desafío para crecer”. Y si bien, respecto de su visita a Latinoamérica ha aclarado que viene como pastor religioso y no como pastor político, es de esperar que una vez en Chile pueda poner en la palestra la situación de los migrantes. Si bien históricamente nuestro país no ha recibido grandes flujos migratorios, esta tendencia ha cambiado los últimos años. Nuevo escenario que nuestro país enfrenta con la legislación migratoria más antigua de Sudamérica, razón por la cual se cuestiona su efectividad para enfrentar un fenómeno multisectorial.
Prueba de ello es la renuncia de Rodrigo Sandoval, ex director del Departamento de Extranjería y Migraciones, debido a la postergación del debate sobre la nueva legislación y la baja voluntad política de otras autoridades para avanzar sobre el tema. También preocupan los escasos recursos de un departamento que hoy debería tener rango de división o servicio, y la falta de políticas públicas en un tema que involucra políticas de salud, educación, vivienda, cultura, economía, trabajo y desarrollo social, entre otros.
La visita del Papa puede ser un momento propicio para tocar el tema migratorio e invitar a otros a involucrarse, independiente de su credo. La importancia de esta invitación es un llamado en favor del desarrollo de políticas públicas eficientes, capaces de generar un impacto en las personas migrantes y así mejorar su calidad de vida. A partir de lo anterior es fundamental prepararse para el fenómeno migratorio, que no se detendrá, en el que los migrantes buscan mejorar su calidad de vida, la de sus familias y de paso la calidad de vida del país que los recibe.
Álvaro Bellolio
Director Ejecutivo Fundación Nuevas Contingencias Sociales