“La natación chilena confía en mi inocencia”

El fondista más destacado del último tiempo es apuntado como un tramposo, enjuiciado por su muestra adversa de androstenediona, anabólico que le encontraron en un test antidopaje. Dice que todo es un error y que pronto esclarecerá.

Felipe Tapia (22 años) dice estar convencido de que en su caso hay un error. Asegura no explicarse cómo en la última muestra antidopaje que le tomaron, cuando su rendimiento venía cayendo, aparecieron rastros adversos de androstenediona, el anabólico que hoy lo inculpa como el último dopado de Chile. El caso del nadador olímpico -que él mismo quiso revelar antes de que apareciera en la página web de la CNCD- está en plena investigación, pero adelanta que saldrá absuelto, que el juego limpio es lo suyo, que si no arrojó un positivo durante su peak de rendimiento, es un sinsentido que ahora lo haga... Como todos. Debe esperar.

¿Cómo han sido estos días sa-

biendo de su acusación?

La verdad, obviamente han sido días muy duros. Me enteré un domingo en la noche de esta notificación y estuve todo el lunes investigando qué fue lo que había sucedido. Conversando con mi familia y mis cercanos, decidimos hacer pública esta notificación.

¿Por qué decidió hacerlo público por Facebook?

Porque siento que así tiene más credibilidad. Creo que es mejor así, no como en otros casos, donde la información sale por la prensa y después el deportista sale a aclarar. Lo quise hacer al revés. Siento que tiene más credibilidad así; Facebook es la única red social donde me puedo explayar. Quise que se enteraran mis amigos por mí y no por la prensa u otros medios.

Dice ser inocente, pero por la sustancia que se le inculpa es muy difícil demostrar que así sea.

Rechazo absolutamente la acusación de dopaje, porque no he consumido nada. Dejé de entrenar hace más de seis meses, prácticamente no nadaba. Lo que me deja tranquilo es que prácticamente toda la natación chilena sabe eso, en las condiciones que yo llegué a ese campeonato. En ese torneo, más encima, me fue súper mal, terminé con un tiempo muy por debajo de mi mejor marca.

¿Y por qué aparece entonces este anabólico?

La verdad es que no lo sé. Siempre he sido muy cuidadoso con mis cosas; desde chico me enseñaron que siempre tenía que tomar líquidos de mi botella, por ejemplo, no recibir cosas de nadie o comer de mi comida, aunque dudo mucho que me hayan puesto esa sustancia de algún lado.

¿Cómo apareció este resultado adverso, entonces?

Hay muchos casos donde se da vuelta todo en la contramuestra y se demuestra que la sustancia nunca la ingirió el deportista. Yo estoy apelando a eso. Me estoy asesorando con un médico y un abogado para ver bien todas las si-

tuaciones que pudiesen haber sucedido. El doctor me dice que es una sustancia que el cuerpo produce normalmente (N. de la R.: es una hormona producida por las glándulas suprarrenales), así es que está viendo cuánto es la dosis que me sale. Apelé el 6 de diciembre, me lo tomé con calma para estar bien informado. Está todo en análisis.

Aunque dice que dejó de entrenar, ¿también está analizando sus suplementos alimenticios?

Es que desde diciembre del año pasado que no estoy entrenando. El doctor me dice que esta sustancia aparece hasta seis meses atrás, así es que todo lo que yo haya tomado el año pasado no influye en nada. Además, nunca he tomado nada, salvo mis proteínas, que también fueron poco, pues no me sirven mucho, porque soy fondista. No consumí ni suplementos ni nada.

Participó en los Juegos de Río, luego en el Mundial ¿Por qué dejó de entrenar?

Después del Mundial, me vine a Chile por unos días y me puse a pensar bien qué es lo que quería hacer. Como ya había completado el ciclo olímpico, pensé en las otras cosas que siempre he querido hacer y una de ellas es estudiar. Sabía que no me iba a dedicar ciento por ciento a la natación, por lo que tenía que estudiar en algún momento. Sentí que este año era el momento y me devolví de Argentina a Chile.

Y llegó con ésta muestra.

Es una lástima, porque en cierto modo se está ensuciando mi nombre. Por eso quiero apelar. Estoy ciento por ciento seguro de que no consumí nada y quiero comprobar que hay un error o de alguna forma científica se debe explicar esto. Estoy tranquilo y viendo todas las formas que debo buscar, ya sean médicas o legales, para dar vuelta esto, como ha pasado en otros casos.

¿Cuál es su opinión respecto al dopaje en el deporte?

Siempre he estado en contra de esas cosas. Yo viví en carne propia lo que es el esfuerzo y el llegar al alto rendimiento sin consumir nada. Viví, aproximadamente, cuatro años fuera de mi casa, entrenando en Santiago 13 sesiones semanales, es decir, de lunes a sábado en doble jornada, y los domingos por la mañana. Tenía medio día libre a la semana. Siempre supe que ese era el camino que debía tomar: el de la constancia, el esfuerzo y los Juegos Olímpicos. Siento que se puede llegar lejos haciendo las cosas bien.

¿Qué ocurriría si en la contramuestra se ratifica el primer resultado adverso?

La sanción es de cuatro años, pero como le dije, pero eso a mí no me afecta en nada, porque ya dejé de nadar. Yo con esto apelo a limpiar mi imagen, estoy convencido de que no será así.

Entonces, usted derechamente ya estaba retirado.

Es que estuve seis meses sin entrenar, por eso, no estaba entre mis prioridades volver a competir en estos momentos. Con esta sanción, lo que más se perjudica es mi imagen, más que la competencia en sí.

¿Por qué se debería creer en usted?

La gente puede pensar y hablar lo que quiera. Es su opinión y está en su derecho. Yo estoy tranquilo, porque mi familia, mis amigos y la mayor parte de la natación chilena confían en mí, porque saben en las condiciones en que he estado el último año y que no tendría sentido haberme dopado. Ni siquiera en mi mejor momento, en 2015, arrojé alguna muestra adversa. Allí hice marca para Juegos Olímpicos y récord nacional; estoy muy lejos de ese nivel. No tiene sentido.

¿Pudo haber alguna mala intención de terceras personas en esto?

No, no. No lo creo. Uno nunca sabe y en estos casos no puedes confiar en nadie, salvo la familia y uno mismo. Si algo ocurrió, lo averiguaré junto a mi abogado y mi médico.b