Santa Olga: el esperado regreso de los damnificados por el fuego
Ayer las primeras 50 familias afectadas recibieron sus viviendas definitivas, tras casi un año lejos del pueblo destruido por las llamas.
“Estoy feliz, pensé que nunca iba a llegar este día. Fue un proceso muy largo, muy difícil, pero ya estamos de vuelta. El mejor regalo de Navidad es volver a nuestra tierra”, relata una emocionada Donatila Maraboli, mientras saluda y abraza a quienes por 20 años fueron sus vecinos en Santa Olga, comuna de Constitución, Región del Maule.
La emoción es evidente entre los vecinos de este pueblo, que la madrugada del 26 de enero resultó totalmente destruido producto de un incendio forestal descontrolado. Las llamas afectaron a 979 familias y dejaron una víctima fatal.
Es por eso que ayer, y luego de 11 meses de espera, la entrega de viviendas a las primeras 50 familias fue motivo de celebración. Durante meses, un grupo importante de habitantes de este pueblo se trasladó a casas de familiares y amigos esperando el momento para regresar a su tierra.
José Cárdenas fue uno de los damnificados que ayer recibió su casa. Al igual que Donatila, su emoción era evidente: “En este momento estoy muy agradecido por la casa nueva. Lo que perdí fue todo, tenía dos casas propias, todo el esfuerzo de una vida. Es un regalo de Navidad recibir mi casa”, dijo parado frente a la puerta de su nueva vivienda.
“Hace 33 años que vivo aquí. Soy de la zona de Valdivia y me vine a este sector en búsqueda de trabajo, cuando llegué habían solo 15 casas. Entonces, fui uno de los fundadores de esta localidad”, agregó Cárdenas.
En total, se construirán 963 viviendas de material sólido, labor que recayó en el Serviu del Maule y de la ONG Desafío Levantemos Chile. En el sector es posible ver tres tipos de viviendas: de ladrillo artesanal, madera y otras que fueron prefabricadas. Tienen entre uno y dos pisos, con dos a cuatro piezas, con una superficie que fluctúa entre los 60 y 78 metros cuadrados.
Muros de contención
En paralelo a las nuevas viviendas, en el pueblo se construirá un nuevo Centro de Salud Familiar (Cesfam) y también un terminal de buses, áreas verdes, sedes sociales, canchas de fútbol, entre otros servicios básicos.
Y para evitar que el fuego, en caso de un incendio forestal, nuevamente afecte a los habitantes de Santa Olga, las autoridades ordenaron el levantamiento de muros de contención.
Omar Gutiérrez, director del Serviu Maule, aseguró que “lo que viene ahora es seguir liberando nuevas manzanas para la construcción de casas, pero previa ejecución de muros de contención. Hay 100 viviendas en desarrollo, todas las semanas se irán terminando casas de aquí en adelante”, detalló la autoridad.
“Mi sueño es que todos mis vecinos regresen, que volvamos a ser lo que éramos antes del incendio. Poca gente entiende cómo era esta comunidad. Creo que estaremos más felices cuando vuelvan todos nuestros vecinos”, dice Donatila Maraboli.
Mónica Sepúlveda, presidenta de la Junta de Vecinos de Santa Olga, asegura que “se están viendo los frutos de un esfuerzo que hemos hecho entre todos y hoy vemos que las familias retornan a un pueblo que es mucho mejor que el que dejamos producto de los incendios, porque este nuevo Santa Olga tiene todas las características que nosotros necesitábamos”, señala.
La dirigenta, quien aún no recibe su casa, recalcó que “volveremos a nuestros hogares con un entorno distinto, más digno, como nos merecemos”.
Marta Rivera es otra de las beneficiadas. Mientras ingresaba sus pertenencias a su nueva vivienda, dijo estar “feliz de regresar a nuestra nueva casa, hemos vivido altos y bajos, pero ya estamos aquí, felices como familia y esperando que pronto lleguen todos nuestros vecinos”.
Otro de los vecinos, Samuel Pacheco, sostuvo que “es una emoción tremenda volver a nuestra casa, a Santa Olga, después de 10 meses fuera. Volver a sentir nuestro espacio y privacidad se agradece mucho”, dijo.b