DETENER LA ABSTENCIÓN
SEÑOR DIRECTOR
Quienes tuvimos Educación Cívica sabemos que la participación electoral es esencial para la democracia. Si los votantes se abstienen, los representantes elegidos no serán en estricto rigor “elegidos” por quienes tienen la capacidad de hacerlo, lo que devendrá tarde o temprano en una crisis de representación.
El desencanto se ha gestado desde la más temprana infancia y la responsabilidad no solo radica en la indolencia e ineficiencia del sistema político para acercarse a ellos, sino en la desesperanza de sus padres y otros adultos que han transmitido una visión negativa de la política.
Expertos recomiendan dar el ejemplo: ir a votar y compartir la experiencia con los hijos; no hablar de política, sino de problemas ya que para los niños puede ser aburrida y escuchar intentando no imponer. Se agrega la necesidad de inculcar la importancia de tolerar opiniones de otros, especialmente de quienes no creen lo mismo que nosotros. Enseñemos a los niños a pensar por sí mismos en lugar de pedirles que repitan lo que decimos y tendremos adultos comprometidos, personas que luchan por mejorar el sistema en lugar de abstenerse de participar en él. Alexandra Gajardo Académica Esc. de Trabajo Social UST