Disney y Fox agregan otro obstáculo a la venta del CDF
La compañía anunció su intención de comprar la mayoría del imperio de Rupert Murdoch. De concretarse, el estudio de Mickey Mouse sería dueño de franquicias como Avatar y Los Simpsons.
A pesar de haber sido un secreto a voces por los últimos dos meses, la confirmación no dejó de ser un estallido: en el más grande acuerdo financiero en la historia de Hollywood, The Walt Disney Company anunció la compra casi total de la división de entretenimiento de 21st Century Fox. El hecho es inédito: los involucrados son dos de las compañías más importantes de la industria, cada una con casi un siglo de historia.
Por una cifra que partió siendo anunciada como US $ 52 mil millones, pero que con el correr de las horas fue creciendo hasta cerca de US $ 70 mil millones (casi el doble de la recaudación total del cine mundial el año pasado), Disney pasará a ser dueño de los estudios cinematográficos de Fox, que incluyen 20th Century Fox, Fox Searchlight y Fox 2000, los canales televisivos de la compañía, que además del homónimo cuenta con FX y National Geographic, yde algunas divisiones regionales de Fox Sports en Estados Unidos. Lo único que quedará en manos de 21st Century Fox será la cadena de noticias Fox News, los múltiples canales estatales de Fox en Norteamérica, y las principales señales de Fox Sports en Estados Unidos, no así en Latinoamérica (ver página 83).
La decisión de la compañía del magnate Rupert Murdoch de vender buena parte de su división de entretenimiento se debe a su creciente costo en un mercado donde cada vez hay más competencia. Murdoch y compañía apuestan hoy por sus divisiones de información y deportes, más rentables y menos oscilantes con los cambios de la industria que el mundo de las películas y las series televisivas.
La estrategia Disney
Para Disney, implica la mayor incorporación de contenido que un estudio haya realizado en el Siglo XXI. La compañía, que en el nuevo milenio ya había basado su estrategia en hacerse con los derechos de algunas de las principales licencias de la cultura pop, comprando Pixar, Star Wars y buena parte de los superhéroes de Marvel en poco más de una década, ahora contará con icónicos productos cinematográficos y televisivos en su catálogo: el estudio ahora es dueño de las franquicias de Alien, Depredador, La era del Hielo,
Avatar, los X-Men (y derivados como Deadpool), El planeta de los simios, Los Simpsons, Los expedientes secretos
X, y muchas más. La transacción implica que Disney asume la deuda de US $ 14 mil millones que mantenía su ex rival, y de paso le entrega un 25% de las acciones de la compañía a los accionistas de Fox.
La compra, eso sí, no es inmediata ni final. La operación primero debe ser autorizada por los organismos anti monopolio del gobierno de Estados Unidos, en un proceso que puede tardar incluso más de un año. La incorporación será gradual, y según anuncia el acuerdo, estará totalmente operativa en 2021.
El anuncio fue recibido tanto con asombro como suspicacia por la industria cinematográfica como televisiva, sobre todo en torno a las consecuencias de la fusión entre ambas compañías.
El futuro de Fox como marca cinematográfica está en entredicho, aunque si Disney sigue la fórmula que ha aplicado con estudios como Pixar y Lucasfilm, mantendrán el nombre de su nueva adquisición como una de sus filiales. Estudios independientes como Fox Searchlight tienen un futuro menos claro, considerando que Disney suele enfocar su calendario anual en superproducciones. A nivel televisivo, la adquisición de los canales de Fox Networks Group Internacional permitirá a la compañía detrás de Mickey Mouse obtener más de 200 canales en Latinoamérica, Europa y Asia.
La pelea con Netflix
El movimiento de Disney tiene un objetivo claro: en un plazo máximo de dos años, la compañía pretende lanzar dos servicios de streaming que le hagan la competencia a Netflix, Amazon y la creciente competencia en ese ámbito. Disney ya comenzó a bajar su contenido de las plataformas online, reservándolo para sus nuevos servicios. Ahora podrá hacer lo mismo con las licencias de Fox. El periódico New York Times afirmó que la estrategia de Disney es “el contraataque más fuerte de una compañía de comunicaciones en contra de los gigantes tecnológicos que se han tomado agresivamente el entretenimiento”. Para el cambio de década, Disney podría contar con uno de los catálogos más poderosos del mundo del streaming.