PREGUNTAS SOBRE CONDONACIÓN
SEÑOR DIRECTOR
Es evidente que hay muchas personas de escasos recursos que pasan penurias pagando deudas del CAE. Se ha estimado que costaría cerca de US$400 millones anuales en condonarlas. Pero surgen varias preguntas.
¿Qué es socialmente más urgente? Por ejemplo, condonar créditos hipotecarios a familias y ancianos gravemente endeudados, en viviendas de hasta 30 millones de pesos, monto similar al de las carreras más caras. ¿O bien contratar cinco especialistas para hospitales públicos, para las listas de espera que tienen a dos millones de personas sufriendo por años, a veces al borde de la muerte?
¿Destinar US$ 400 millones al deteriorado sistema de protección a la infancia? No se va a arreglar meramente legislando. Son niños maltratados, con angustia, depresión, graves problemas físicos o situaciones familiares imposibles.
¿Destinar US$ 400 millones a formar y remunerar las 18 mil educadoras de párvulos que hacen falta? Cabe preguntarse cuál será la reacción de los endeudados con el Fondo Solidario u otros créditos de educación superior. ¿No tienen acaso derecho constitucional a no ser discriminados? ¿Y los que ya los pagaron? ¿En cuánto aumentarían entonces esos US$ 400 millones?
También cabría preguntarse si acaso alguien en su sano juicio seguiría pagando créditos de educación superior, en cualquier nivel de ingresos, ahora que se abrió la compuerta política.
Hay que insistirlo. En Alemania hay gratuidad para toda la educación, desde la sala cuna al doctorado. Bien por ellos, con su carga tributaria del 44.5% y no del 23% del PIB como será en Chile.
En el tránsito a una sociedad más equitativa e igualitaria, el orden de los factores SÍ altera el producto. Mario Waissbluth