El autoboicot de la valla infranqueable
Gallucci y Sánchez protagonizaron unos de los ‘bloopers’ más grandes del año y que le da la ventaja a la UdeC.
Tan solo cuatro equipos habían logrado anotarle a Unión Española a lo largo del de Transición. Colo Colo (5), Palestino (4), Iquique (2) y Temuco (1) habían sido los únicos. Eso hasta la noche del miércoles, cuando la U de Conce logró lo que otros 11 elencos no habían hecho: batir a Diego Sánchez. Fue el propio Mono, eso sí, el que tuvo mucho que ver con el logro del Campanil en el Ester Roa.
Fue a los 16’, en el duelo de ida de la definición del Chile 4 de la Libertadores 2018. Fue una jugada de terror y que seguramente integrará los rankings de fin de año con las peores situaciones del deporte. Un blooper que nadie quiere protagonizar.
Poco presionados por los rivales, la retaguardia hispana intentaba salir tocando por abajo. En eso estaban cuando Ángelo Pizzorno, cargado al sector izquierdo defensivo le tocó el balón a Santiago Gallucci, quien vio que lo iban a marcar y buscando oxígeno le lanzó la pelota al arquero Sánchez.
El desconcierto fue total: la cancha jabonosa y la imposibilidad de agarrar el esférico con la mano hicieron que el portero hispano quedara descolocado y terminara corriendo detrás del balón, el que nunca pudo alcanzar y que se introdujo en su propio arco. Compañeros y rivales miraban la escena impávidos.
Un autoboicot al cierre de una campaña que los tuvo peleando el título hasta el final y que sería el premio mínimo tras ser, junto a Temuco, la valla menos vencida de todo el Transición.
En Unión prefirieron no referirse públicamente a lo acaecido en el sur del país y esgrimieron estar enfocados en lo que ocurra en el duelo de vuelta, aunque trascendió que tras recriminarse mutuamente en el entretiempo, Sánchez y Gallucci dejaron todo atrás.
Una curiosidad: en la fase regular, Unión había derrotado a la UdeC con un autogol al minuto 15. Ahora fue al 16’ y en la vereda del frente. Casi un retorno de favor. ●