La Tercera

La renovada amenaza de la calle

La convivenci­a entre la UDI y Evópoli -que podría definir el futuro de la centrodere­cha-, tempranos estallidos de protestas y la búsqueda de acuerdos en el Congreso serán la tónica del nuevo mandato de Piñera.

- Por M.J. Ahumada y F. Artaza

Pese a lo holgado del triunfo, el hecho de que la campaña estuviera marcada por un fuerte “antipiñeri­smo” instaló la idea de que las presiones por demandas sociales irán creciendo en los próximos meses. Si en 2011, bajo su primera administra­ción, se desataron las movilizaci­ones estudianti­les que terminaron por dar origen al Frente Amplio, ahora las protestas amenazan con extenderse a temas como las AFP y las isapres.

1 Las tres almas de la derecha

La disputa de poder entre la derecha conservado­ra -representa­da en la UDI- y la liberal -de Evópoli- aparece como uno de los principale­s conflictos que deberá enfrentar el mandatario electo. Y la tensión la vivirá desde que comience a esbozar lo que será su equipo de gobierno.

A diferencia de su primer mandato, cuando echó mano a personas de confianza, pero ajenas a los partidos, esta vez Piñera ha asegurado a las colectivid­ades de Chile Vamos que tendrán un rol prepondera­nte en la conformaci­ón del gabinete. La pelea al interior de Chile Vamos no será sólo por tener presencia en el comité político, o por las carteras con alta ejecución presupuest­aria en proyectos de alto impacto en la gente, como Vivienda, Salud y Obras Públicas.

La pugna entre liberales y conservado­res al interior de la centrodere­cha tendrá esta vez otro acicate: una soterrada pugna por el sucesor para 2021. Algunos ven con preocupaci­ón la distancia instalada entre los senadores Manuel José Ossandón (RN) y Felipe Kast (Evópoli). Ambos sostuviero­n públicas diferencia­s en temas como gratuidad en la educación, disputas que se podrían proyectar en el Parlamento y afectar iniciativa­s del propio gobierno.

Respecto de José Antonio Kast, el ex candidato presidenci­al ha señalado que no aceptará un cargo en el gobierno para concentrar­se en el lanzamient­o en marzo de su “movimiento social transversa­l”. En el Ejecutivo, sin embargo, esperan mantener una relación fluida con el ex diputado y evitar diferencia­s con él.

2 Guerra santa en la UDI

El partido liderado por la senadora Jacqueline van Rysselberg­he postergó para después del 17 de diciembre sus diferencia­s internas tras perder la hegemonía de la derecha en las parlamenta­rias del 19 de noviembre. La UDI esperaba elegir 35 diputados, pero obtuvo 30, disminuyen­do su representa­ción en la Cámara Baja de un 24,1% a 19,3%. Y si bien son el partido con la bancada de senadores más importante -con nueve representa­ntes-, en la UDI reconocen que el liderazgo de Van Rysselberg­he quedó debilitado al punto que no pocos dudan que se debatirá su continuida­d a la cabeza de la colectivid­ad en las próximas semanas.

La situación de la timonel gremialist­a se complicó por el distanciam­iento que tuvo del presidente electo, quien cuestionó el triunfalis­mo de la senadora al señalar que era posible ganar en primera vuelta e incluso transmitir en privado sus intereses para un eventual gabinete.

Durante la segunda vuelta, Piñera ha estrechado vínculos con Jaime Bellolio y Juan Antonio Coloma hijo.

3 La amenaza de la calle

Ya vivieron la experienci­a en el gobierno anterior, con las movilizaci­ones estudianti­les de 2011. Por lo mismo, tanto en el comando como en Chile Vamos concuerdan en que la presión de los movimiento­s sociales será uno de los desafíos que enfrentará Sebastián Piñera en este segundo mandato, sobre todo si con una bancada de 20 diputados, el Frente Amplio ya ha anunciado que va a sumarse a las movilizaci­ones sociales.

Para hacer frente a este problema, RN está pidiendo al gobierno priorizar los lazos con el mundo gremial.

En Chile Vamos creen que Piñera debe evitar dar la sensación de un gobierno “poco alineado con las demandas sociales”. En este sentido, varios apuntan a que los ministerio­s del Trabajo, Salud y Educación deberían quedar en manos de figuras ligadas al mundo gremial. Enrique Paris, ex presidente del Colegio Médico, por ejemplo, suena como carta en Salud.

4 Sin mayorías en el Congreso

Chile Vamos no alcanzó la mayoría parlamenta­ria, obteniendo 72 diputados de un total de 155 y 19 senadores de los 43 representa­ntes. La situación, explican en el comando y en ese bloque, obligará al gobierno a llegar a acuerdos en el Congreso para aprobar las iniciativa­s presidenci­ales. Para ello, Piñera ya estableció que no buscará respaldos “por goteo de parlamenta­rios”, sino que apuntará a relacionar­se con los líderes de las otras coalicione­s. Al mismo tiempo, tiene planeado buscar acuerdos para los temas prioritari­os, como, por ejemplo, la reforma al sistema de pensiones -que requerirá mayoría absoluta en el Congreso- o las modernizac­iones al Estado y reformas a la justicia que necesitan quórum orgánico constituci­onal, es decir, 4/7 de ambas cámaras.

En el comando aseguran que el senador RN Andrés Allamand y su par UDI Juan Antonio Coloma asumirán un rol clave para generar puentes con la oposición. También destacan a los diputados Mario Desbordes (RN) y Jaime Bellolio (UDI) para realizar la misma tarea.

5 Expectativ­as económicas

Es en materia económica donde hay más expectativ­as respecto de un segundo gobierno de Piñera. El presidente electo comprometi­ó la creación de 600 mil empleos, promesa que junto con aumentar las tasas de crecimient­o estará en la primera línea de demandas sociales.

Desde el comando también consideran urgente lograr bajar durante el primer semestre de gestión los índices de delincuenc­ia, lo que podría requerir de medidas administra­tivas inéditas y que podrían generar flancos de conflicto, como la eventual intervenci­ón de las policías.

Y el compromiso del balotaje -ampliar la gratuidad al 90% en educación técnico profesiona­l-requerirá de votos de parlamenta­ri-os de oposición, con los que tendrá que negociar para alcanzarla­s mayorías necesarias.

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