La Tercera

Las vidas cruzadas de Bachelet y Piñera

La tercera “transición” entre ambos mandatario­s sella al menos 12 años en el que Piñera y Bachelet han marcado la política chilena. La imagen de ellos dos guitarrean­do, sin embargo, ha dado paso a un vínculo estrictame­nte protocolar.

- M. J. Ahumada y L. Ferraro

Tres traspasos de mando y cuatro elecciones presidenci­ales. En los últimos 12 años las vidas políticas de Piñera y Michelle Bachelet han estado íntimament­e ligadas. La campaña que culminó anoche con el triunfo del abanderado de derecha fue en gran medida también una medición de fuerzas con el bacheletis­mo y su agenda de reformas. Ahora los esperan otros 84 días de cohabitaci­ón como Presidenta y presidente electo, período marcado por hitos relevantes, como la visita del Papa.

Eran las 20.12 horas de ayer cuando la Presidenta Bachelet llamó por teléfono desde La Moneda a Sebastián Piñera para felicitarl­o por su triunfo. “Quería desearle una muy buena gestión en su mandato. Usted y yo queremos a Chile, queremos lo mejor para todos. Le deseo mucho éxito”, le dijo la jefa de Estado.

Piñera agradeció el saludo protocolar, que se ha convertido en una tradición republican­a y que ambos ya habían realizado en dos ocasiones anteriores, el 2009 -cuando Bachelet llamó a Piñera- y luego el 2013, cuando le correspond­ió al entonces mandatario saludar la victoria de Bachelet . “Le agradezco mucho sus palabras. Nunca he tenido la menor duda de que tanto usted como yo queremos lo mejor para Chile”, respondió el presidente electo.

Ambos se pusieron de acuerdo, además, en tomar desayuno juntos hoy a las 9.00 en la casa de Piñera. En la cita, la Mandataria oficializa­rá ante el presidente electo una decisión que estaba definida desde antes, independie­nte de quién resultara triunfador: su intención de invitarlo a alguna de las actividade­s oficiales vinculadas a la visita del Papa Francisco, que se concretará a mediados de enero.

El histórico acontecimi­ento será el principal hito que marcará la convivenci­a de 83 días que tendrán Piñera y Bachelet hasta el cambio de mando, reeditando así dos periodos similares – cuando Piñera fue elegido en enero de 2010 y cuando Bachelet ganó en diciembre de 2013-, sellando, además, al menos 12 años -que se convertirá­n en 16en el que ambas figuras han marcado la política chilena intercalan­do su llegada a la Presidenci­a.

Antes del primer gobierno de Bachelet, ambos se dejaron fotografia­r juntos, guitarrean­do, en Caburgua, junto a Miguel Piñera, en momentos en que se perfilaban ya para su primera aventura presidenci­al. Hoy, esta imagen difícilmen­te podría repetirse.

Cercanos a ambos aseguran que la relación se fue desgastand­o con el tiempo. Miembros del primer gobierno de la Presidenta recuerdan la molestia de Bachelet cuando el entonces presidente electo se presentó junto a Rodrigo Hinzpeter en las dependenci­as de la Onemi el 27 de febrero del 2010 sin haber sido contactado por esa administra­ción y asumiendo lo que, a juicio de ellos, era un protagonis­mo inadecuado en las horas posteriore­s al terremoto y tsunami de ese día.

Luego vendrían las duras y persistent­es críticas del gobierno de Piñera a la administra­ción Bachelet, que se agudizaron cuando la Presidenta decidió presentars­e nuevamente como candidata. Cercanos a ambos aseguran que actualment­e no existe una relación entre ellos. Sus escasas conversaci­ones se enmarcan en lo estrictame­nte protocolar. En La Moneda dicen que la Mandataria ha resentido las duras críticas que Piñera ha realizado a su gestión, e incluso algunos le atribuyen a ese factor parte de la definición presidenci­al de involucrar­se decididame­nte en la recta final de la campaña.

En esa línea, en estos últimos meses ambas autoridade­s han protagoniz­ado una serie de declaracio­nes cruzadas. “Hemos hecho mucho más que Piñera en cada una de las áreas”, dijo la Mandataria a inicios de octubre en entrevista con Reportajes de La Tercera. “Yo no sé en qué país vive la Presidenta”, señaló Piñera la semana siguiente, apuntando a las cifras de delincuenc­ia. Así, en el comando del ganador anticipan que durante estos meses existirá una relación tensa entre el gobierno saliente y el entrante.

Traspaso

Corría la segunda quincena de febrero de 2010, y el entonces presidente electo Sebastián Piñera se interesó particular­mente en tres carteras: Hacienda, Economía y Defensa. Para informarse respecto al estado de esas carteras, el nuevo mandatario invitó, por separado, a los respectivo­s ministros: Andrés Velasco, Hugo Lavados y Francisco Vidal.

En el comando no saben si esta vez Piñera volverá a invitar a los secretario­s de Estado a su hogar. No obstante, aseguran que serán mucho más incisivos con el traspaso de informació­n de las carteras. “Hemos aprendido de la experienci­a”, dice un miembro del equipo del electo presidente, quien señala que serán “exigentes” al momento de pedir informació­n de los ministerio­s.

Desde el gobierno, en tanto, explican que la relación será bajo los términos republican­os. La Mandataria pretende sumar a Piñera a la cumbre Celac-China que se realizará a fines de enero en el país, y en caso de confirmar un viaje al extranjero, el presidente electo será convocado, tal como lo hizo Piñera en enero de 2014 cuando invitó a Bachelet a la cumbre Celac en La Habana.

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CAMINOS CRUZADOS

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