ELECCIÓN DE PIÑERA Y LA DC
SEÑOR DIRECTOR
El pueblo chileno mostró de nuevo su buen criterio. Después de cuatro años de transitar con el acelerador a fondo de las reformas, es tiempo de bajar a la calma. No tanta épica, exigencias y tensiones. Más bien tiempo de consolidar, ajustar piezas que arriesgan fundirse y cuidar aspectos importantes que se daban como descontados, como el crecimiento económico y de los empleos productivos, la buena gestión.
¿Cuáles pueden ser los significados más relevantes de este triunfo tan amplio de Piñera? Me parece que son cinco que no por obvios no deben destacarse: 1) La gente no quiso que siguieran gobernando los continuadores del 2o gobierno de Bachelet. 2) Tampoco que siguiera esa coalición política mal llamada Nueva Mayoría, de breve existencia y pobre desempeño. 3) Que no quiere más retroexcavadoras. 4) Quiere reformas bien estudiadas, que surjan de consensos, no de imposiciones, y bien implementadas. 5) Más énfasis en el crecimiento y la creación de empleos productivos, sin descuidar generar una sociedad con menos desigualdades.
Las prioridades para Piñera son claras si quiere hacer un buen gobierno y tener la chance proyectarse: Debe seguir ampliando su coalición política. Avanzar corrigiendo lo ya hecho, no partiendo de cero. Buscar la cooperación y la unidad nacional, no la confrontación.
En este contexto, el rol de la Democracia Cristiana es más importante que nunca. Sus directivas recientes y parlamentarios habían errado el camino, al asociarse demasiado con Bachelet. Probablemente fueron muy influenciadas por estar tanto tiempo bajo el paraguas del Estado. Ahora puede ser el tiempo de corregir, de abrirse y ensayar nuevas alianzas. Y asumir el rol de contribuir a que el próximo gobierno cumpla las expectativas con que el pueblo de Chile lo escogió.
Ernesto Tironi