Crucial reforma a las pensiones en Argentina
La aprobación de esta reforma es un triunfo significativo para el gobierno de Mauricio Macri, porque es señal de que aún cuenta con respaldo para revertir dañinas políticas populistas.
La reforma a las pensiones que impulsó el presidente argentino Mauricio Macri logró sortear una dura prueba en el Congreso nacional, tras conseguir su aprobación por estrecho margen, donde fue manifiesta la polarización entre las fuerzas políticas. Mientras tenía lugar esta votación, en las afueras del Congreso ocurría una de las manifestaciones más violentas en décadas en dicho país, donde el choque entre policías y manifestantes contrarios a dicha reforma dejaron más de 160 heridos; en paralelo, se convocó a una huelga general, que ocasionó múltiples trastornos. A la luz de este escenario, la aprobación de la reforma previsional es un triunfo especialmente significativo para el presidente Macri y su coalición Cambiemos, ya que sugiere que aún cuenta con un capital político relevante para seguir impulsando las profundas trasformaciones estructurales que requiere Argentina a fin de ajustar sus cuentas fiscales, reducir drásticamente la inflación y recuperar el crecimiento.
Las elecciones legislativas de medio término que tuvieron lugar en octubre, volvieron a entregar un respaldo a Macri, y a su vez mostraron un debilitamiento del kirchnerismo. Ello es valioso, considerando que desde que la actual administración asumió en 2015, comenzó de inmediato a reducir los abultados subsidios a los servicios públicos instaurados bajo la era Kirchner y desmantelar los masivos controles cambiarios impuestos durante aquellos años, lo que devaluó fuertemente el peso. Las medidas de Macri han provocado un aumento en el costo de vida de la población, pero a pesar de ello la ciudadanía aún parece convencida de que se trata de un costo inevitable para recuperar la normalidad económica. La reforma a las pensiones era otro paso indispensable, pues aun cuando no es una reforma estructural sino un cambio en la fórmula de reajuste -lo que hará perder poder adquisitivo a las jubilaciones-, ello permitirá un ahorro fiscal superior a los US$ 3.000 millones.
Todas estas penurias son consecuencia de las irresponsables políticas populistas llevadas a cabo durante los gobiernos kirchneristas, que en el afán de mantenerse en el poder montaron un gigantesco andamiaje de subsidios y privilegios discrecionales, lo que erosionó gravemente las bases de la economía. Las protestas en contra de la reforma de pensiones son una muestra elocuente del daño que a la larga provoca el populismo -afectando especialmente a los sectores más vulnerables- y lo complejo que resulta rectificar este tipo de políticas una vez enquistadas. Con todo, el hecho de que las reformas que ha impulsado Macri hayan podido seguir su avance es esperanzador; ello no solo es significativo para Argentina, sino también reviste especiales alcances para la región, donde las políticas populistas siguen siendo un riesgo latente, no siempre advertido.
Los frutos de la buena política tomarán tiempo en materializarse, pero ya es posible ver que la economía salió de la recesión -según el FMI, este año el PIB crecerá en torno a 2,5%, y para 2018 se espera una cifra similar-, y la inflación, aun cuando reducirla ha sido más difícil de los previsto -es improbable que este año se cumpla el objetivo de cerrar bajo el 20%-, es la mitad de lo que se registraba hace solo algunos años.