ESTRATEGIA EN DEFENSA NACIONAL

SEÑOR DIRECTOR Terminada la campaña presidencial es oportuno retomar el debate sobre el futuro de la defensa nacional. El programa del Presidente Piñera propone que “nuestro gobierno tendrá especial preocupación por su desarrollo y fortalecimiento (de las Fuerzas Armadas), bajo una dirección estratégica clara, que considere amenazas tradicionales y no tradicionales”, y agrega que va a “reemplazar la Ley Reservada del Cobre por un mecanismo de financiamiento estable y plurianual que garantice la inversión en desarrollo y el sostenimiento de las capacidades estratégicas…”. Estos objetivos parecen razonables; sin embargo, para su materialización deberíamos reconocer previamente que las Fuerzas Armadas no han sido exitosas en desarrollar el instrumento militar más eficiente para el amplio espectro de conflictos probables en esta sociedad global, y que en consecuencia será necesario que civiles y militares nos aboquemos a una revisión de ellas para sintonizarlas con los nuevos escenarios.

Solo resuelta esta inconsistencia podremos garantizar las capacidades necesarias a través de una planificación por demanda-capacidad y el uso de la metodología de la OTAN plan-programa presupuesto, dentro del marco legal de una perfeccionada ley 20424 Orgánica del Ministerio de Defensa.

Eduardo Santos Muñoz