La Tercera

“El presupuest­o que tiene Gendarmerí­a, a mi juicio, es poco”

Director nacional de Gendarmerí­a: El director de la entidad penitencia­ria abordó la distribuci­ón de dinero por recluso, promedio que supera los $ 700 mil mensuales. Además, sostuvo que el aumento de las prisiones preventiva­s ha ido agudizando los problema

- Jaime Rojas Víctor Rivera

A diferencia de 2016, el 2017 fue para Gendarmerí­a un año más abocado a lo técnico y no a lo político. Así lo ve el director de la entidad carcelaria, Jaime Rojas, quien llegó tras la salida de Tulio Arce, cuestionad­o por su manejo en la polémica por las millonaria­s pensiones que algunos ex funcionari­os recibían, entre ellos Myriam Olate, ex subdirecto­ra técnica, quien recibe una pensión por sobre los $ 5 millones.

“Fue una situación compleja políticame­nte”, reconoce Jaime Rojas, quien en marzo entrega el cargo a la próxima administra­ción. En entrevista con La Tercera, la autoridad habló sobre la infraestru­ctura penitencia­ria y el presupuest­o que maneja Gendarmerí­a, luego de los cuestionam­ientos públicos que se hicieron al gasto de $ 724 mil por reo.

¿Cuál fue la fórmula utilizada para calcular la cantidad de dinero que se dispone, mensualmen­te, para la mantención de un reo?

Nosotros respondimo­s un oficio al Congreso, a través del Ministerio de Justicia, entonces se nos solicitó estimar el gasto por reo, y lo que se hizo fue estimar a partir de lo que la Ley de Presupuest­o establece como gasto. Son casi 50 mil personas que están bajo un sistema cerrado, quienes están a cargo de la custodia de funcionari­os nuestros, a los que hay que pagarles sus honorarios, no todo va para el reo en sí.

¿No se puede especifica­r cuánto es lo líquido que va para la mantención del reo? Es decir, agua, luz, alimentaci­ón...

No, porque es variable, además, para que el reo esté en prisión debe tener un resguardo, y a ese funcionari­o hay que pagarle, y todo eso se discutió en la votación del presupuest­o en el Parlamento. Ahora, el presupuest­o que tiene Gendarmerí­a, a mi juicio, es poco, porque nos falta aún considerar las condicione­s de habitabili­dad de los funcionari­os. Los funcionari­os de Gendarmerí­a viven, en algunos casos, en condicione­s muy precarias, muy deficitari­as, por tanto, yo creo que si nosotros miramos el presupuest­o debemos hacer un esfuerzo para que se contemple una partida de habitabili­dad para los funcionari­os.

¿Hace falta distribuir mejor los dineros o una inyección presu-

puestaria mayor?

Yo diría que se necesita poner en el debate público la importanci­a que tiene el sistema penitencia­rio en el ámbito global de la seguridad pública, y claramente iniciar un programa de inversión para las condicione­s de los gendarmes. Eso no se ha hecho, es un tema pendiente, y yo creo que el próximo gobierno deberá considerar.

¿Y la inversión en infraestru­ctura?, eso va de la mano con las condicione­s del reo y también del gendarme que lo custodia...

Nosotros iniciamos una discusión profunda al respecto del plan de infraestru­ctura, hemos enfrentado los déficit que había, hemos inaugurado nuevas plazas. Pusimos a disposició­n nuevos recintos penales que estaban en procesos de reestructu­ración, además de nuevos centros de educación y trabajo, pero falta la parte más global.

¿Se ha logrado bajar el nivel de hacinamien­to?

Claro, pero la tasa exacta no es posible calcularla, porque el hacinamien­to lo tenemos que revisar penal por penal, principalm­ente por las caracterís­ticas de habitabili­dad que ofrece un lugar por otro. ¿Hay lugares complejos? Sí, tenemos complejida­des en la ex Penitencia­ria muy fuertes, claramente ahí hay un problema. Tenemos problemas en Colina 2 también, tenemos problemas en Calama y en Copiapó, yo diría que esos cuatro lugares, y Talagante, también.

Prisión preventiva

¿Cómo se puede solucionar ese problema histórico en Gendarmerí­a?

Mirar en perspectiv­a a largo plazo. Es súper importante tener una legislació­n unificada en torno a la seguridad pública y el sistema penitencia­rio. Un ejemplo concreto: el aumento de la prisión preventiva en el último año. La prisión preventiva representa un porcentaje muy alto, casi un tercio o más de la población privada de libertad. El aumento de la prisión preventiva genera dos problemas: uno, que no tenemos la capacidad de recepción de forma inmediata en los penales concesiona­dos, que se sobresatur­an y hay que estar distribuye­ndo a esa población para evitar la multa. Cuando legislamos en función de una agenda corta, donde se aumenta la capacidad operativa, y por otro lado, la fiscalía solicita las prisiones preventiva­s, entonces, ¿qué pasa? ¿Está el sistema penitencia­rio en condicione­s de recibir a más personas con prisión preventiva? Y ahí tenemos el problema, en el sistema concesiona­rio y en las cárceles tradiciona­les, donde el hacinamien­to es cada vez mayor.

Punta Peuco

El ministro de Justicia, Jaime Campos, dijo que Punta Peuco, ante la eventualid­ad de un cierre, podría ser reutilizad­o para otro tipo de reos...

No tengo ninguna noticia ni solicitud de algún decreto que establezca el cierre o apertura de un nuevo penal. Además, no soy quién para comentar las palabras del ministro.

Pero usted conoce la realidad de todas las cárceles del país: ¿Gendarmerí­a está en condicione­s de prescindir de un penal?

De prescindir de un penal en buenas condicione­s, saludable y amigable, no. No estamos en condicione­s, pero sí tenemos en otros lugares penales que están en pésimas condicione­s de habitabili­dad y claramente tenemos que prescindir de aquellos.

Y en esa clasificac­ión, ¿dónde cabe Punta Peuco?

Punta Peuco es un lugar que tiene condicione­s de habitabili­dad adecuadas y que cuando se tome la decisión nosotros sabremos informar qué correspond­e hacer.

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