. OLA DE PROTESTAS EN IRÁN
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SEÑOR DIRECTOR
No debemos alegrarnos por el reciente fallo de la Corte Suprema que estableció que el polémico proyecto Mall Barón en Valparaíso no cumplía las exigencias de la Ordenanza General de Urbanismo y Construcción, pese a haber contado con el permiso del Municipio otorgado por la administración anterior. Por muchos años los habitantes de Valparaíso, sus autoridades y empresarios no han logrado un consenso que deje atrás el abandono y la falta de inversión tanto en la ciudad como en el borde costero.
Pero luego de un decenio de diálogos fallidos llegamos a un nuevo inicio de año -y de gobierno-, oportunidad para reformular el Plan Maestro Portuario además de ajustar el Plan Regulador Comunal. Sin embargo, es fundamental recuperar el consenso de los actores públicos nacionales, regionales y locales; respetar nuestros convenios internacionales vigentes; conformar una ciudadanía activa y propositiva; que el empresariado comprenda nuevas lógicas de rentabilidad, junto con tomar en cuenta –lo que no se ha hecho hasta hoy: las propuestas de universidades que han intentado dar soluciones a los problemas de la ciudad puerto, basadas en experiencias globales exitosas pero adaptadas a nuestra realidad normativa y socioeconómica.
En ese sentido, considerar los concursos públicos como forma de materializar propuestas también es exigencia de mejores resultados: privilegiar el espacio público por sobre la privatización y comprender las condiciones medioambientales, de riesgo y reserva portuaria, aseguran un Valparaíso con mejor calidad de vida y que preserve su cultura y patrimonio paisajístico en el largo plazo.
La disciplina de la arquitectura está muy dispuesta a sumarse a estos procesos que deben ser asumidos por la institucionalidad, con el fin de elevar la calidad de vida urbana, que es uno de los más importantes objetivos de la vida en comunidad.
Alberto Texido Zlatar Presidente Nacional Colegio de Arquitectos de Chile