BRECHA DE GÉNERO EN LA PSU
SEÑOR DIRECTOR
En la PSU 118 puntajes nacionales fueron para hombres y 25 para mujeres. La explicación más probable es una sociedad desigual en cuanto a las expectativas de desarrollo y participación de las mujeres. Lo lamentable es que la evidencia muestra que los estereotipos de género se traspasan a la escuela y las niñas se encuentran con un sistema educativo que no les ofrece las mismas oportunidades, teniendo menos posibilidades de participar en clases y, cuando lo hacen, reciben una retroalimentación más pobre que la brindada a sus compañeros varones (Cox & Morelli, 2017; Espinoza & Taut, 2016).
Al momento de enfrentarse a la Prueba de Selección Universitaria, una prueba altamente competitiva y con fuertes consecuencias individuales, las mujeres han tenido una trayectoria escolar durante la cual se han autoconvencido de su supuesta desventaja intelectual en áreas como ciencia y matemática. Así, la profecía se cumple, obteniendo menores resultados y accediendo a carreras mayoritariamente vinculadas al cuidado de las personas, en tanto ellos acceden a carreras del área de la ingeniería, la ciencia y la matemática, que les reportarán mayores ingresos.
Esta situación continuará repitiéndose cada año si no abordamos la equidad de género como una meta país y como un elemento transversal en políticas públicas que propendan hacia una educación más justa, inclusiva e igualitaria en esta materia, pues ninguna sociedad puede alcanzar su máximo potencial de desarrollo si no se beneficia de todos sus talentos.
Marianela Navarro, María Paz Gómez y Annjeanette Martin
Centro de Investigación en Educación y Aprendizaje Universidad de los Andes