Cita con víctimas de violaciones de DD.HH
Sorpresa causó ayer el anuncio que dio a conocer el vocero del Vaticano, Greg Burke, de que el Papa Francisco se reunirá con dos víctimas del régimen militar durante su visita a Iquique, el próximo 18 de enero. El encuentro será breve y tendrá lugar en Casa de Retiro Nuestra Señora de Lourdes, en Cavancha, donde el Pontífice compartirá un almuerzo con varias personas antes de tomar el avión rumbo a Lima.
La identidad de las personas no ha sido revelada. Fueron sus familiares quienes pidieron el encuentro al obispo de Iquique, Guillermo Vera, quien comunicó la solicitud al comité organizador del Vaticano. Se espera que las víctimas entreguen una carta al Pontífice de carácter privado.
Tras el anuncio, se le preguntó al vocero del Vaticano sobre la posibilidad de que el Papa se reúna en Chile con víctimas de abusos por parte de religiosos. Burke señaló que no hay reuniones planificadas, pero que eso “no significa que sea imposible”. Añadió que esas reuniones son mejor cuando se manejan en privado y dijo que era “claramente un tema importante” en Chile.
Un grupo que ha manifestado interés de reunirse con el Papa Francisco son las víctimas del sacerdote Fernando Karadima. En una carta publicada esta semana en The Clinic, James Hamilton, uno de los denunciantes, se refirió a los “códigos de hermandad” que tendrían los obispos y sacerdotes frente a ese tipo de denuncias y escribió: “Señor Francisco, ¿por qué no nos recibes? ¿No nos crees? ¿O a pesar de creernos, la consanguinidad de la curia prevalece?”.
El abogado Juan Pablo Hermosilla explicó que “hace un tiempo se hizo una solicitud para que pudieran reunirse con el Papa, pero en la práctica se les dijo que no”. Respecto de la posibilidad de que pudiera concretarse una cita con las víctimas durante esta visita, el abogado señaló que “es una cosa de sentido común y lo que uno esperaría”, sin embargo, añadió que “hay que recordar que el Vaticano no quiso colaborar con la investigación del caso Karadima, entonces no me sorprende que no se quieran reunir con ellos”.
Otras personas también han solicitado que el Papa reciba a las víctimas. En entrevista con Cooperativa el sacerdote jesuita Felipe Berríos señaló que “se podría haber hecho algún gesto pequeño” de parte del Papa con las víctimas “para que pueda oír lo que ellos tengan que decir”. ●