La Tercera

Cuándo y cómo se gestó su venida a Chile

La visita del Papa sorteó un largo camino -no exento de polémicas- previo a su arribo a Chile. El Sumo Pontífice se reunirá este martes en privado con la Presidenta Bachelet, en medio de un debate marcado por la agenda valórica y el conflicto en La Arauca

- Por E. Carrizo, I. Silvera, C. Aninat y N. Guzmán

Mediados de 2016 y la entonces embajadora de Chile ante la Santa Sede, Mónica Jiménez, se presentaba al Papa Francisco en el Vaticano para darle a conocer la decisión del gobierno de Chile de designarla en un nuevo cargo, como jefa de la misión diplomátic­a ante Israel. Fue en esa ocasión, al momento de despedirse del Pontífice, que Jiménez aprovechó de entregarle una carta en la que se le invitaba formalment­e a concretar una pronta visita a Chile.

Lo mismo sucedió el 1 de septiembre de ese mismo año, cuando el nuevo representa­nte del Estado chileno en el Vaticano, Mariano Fernández, se reunió a solas con Jorge Mario Bergoglio, a las 10 horas -horario local-, para presentars­e en su nuevo rol.

Durante ese encuentro, el ex canciller y ex subsecreta­rio le entregó un documento con la firma de la

Presidenta Michelle Bachelet, en el que la Jefa de Estado lo invitaba formalment­e a viajar, a corto plazo, a Chile.

Fue así como nueve meses más tarde, el 19 de junio de 2017, las más altas autoridade­s de la Iglesia Católica del país -el presidente de la Conferenci­a Episcopal, Santiago Silva, más el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati- confirmaro­n la decisión del Santo Padre de arribar a la capital chilena el 15 de enero de 2018, por cuatro días. Esta no es la primera visita, sin embargo, que el Pontífice realiza a Sudamérica. En 2013, el Papa llegó hasta Río de Janeiro, Brasil, para participar de la Jornada Mundial de la Juventud, y en julio de 2015 recorrió las principale­s ciudades de Ecuador, Paraguay y Bolivia.

Diferencia­s entre La Moneda y el Vaticano

Justo en el momento en que se daba término a la misa que presidía el Pontífice en la Catedral de La Paz, Bolivia, en julio de 2015, el Papa Francisco abordó el tema de la demanda marítima boliviana y el litigio que enfrenta con Chile. “Estoy pensando en el mar. Diálogo. El diálogo es indispensa­ble”, dijo Jorge Mario Bergoglio durante el encuentro.

Además, el Pontífice en tal oportunida­d instó a las autoridade­s a un diálogo “franco y abierto”, con miras a alcanzar una “solución pacífica a los conflictos con países hermanos”.

“Aplausos para el hermano Papa Francisco. Muchas gracias por su mensaje”, agregó dos días después el Presidente de Bolivia, Evo Morales, tras los dichos del jerarca de la Iglesia Católica. “Hay que estar listos para esperar cualquier cosa del gobierno boliviano, pero otra cosa es lo que diga el Papa”, respondió luego el canciller chileno, Heraldo Muñoz. Y pese a que el tema se mantuvo en “calma” por unos meses, la polémica volvió a resurgir a principios de noviembre de este año, cuando el embajador de Chile ante la Santa Sede, Mariano Fernández, durante una conferenci­a de prensa en el propio Vaticano, instó a la Iglesia a no emitir comentario­s sobre el actual

conflicto marítimo en-

“El Papa no debiera correr riesgos en su visita a Chile(...). Parecen ser grupos pequeños, con capacidad de acción limitada”. Mario Fernández, ministro del Interior En entrevista a Radio Bío-Bío.

“Quiero invitarlos a que vivamos esta visita en un clima de respeto, de solidarida­d y de alegría entre nosotros, y también lo hagamos con quienes nos visiten desde otros países”. Presidenta de la República, Michelle Bachelet Viernes 12 de enero.

tre Chile y Bolivia. “El gobierno de Chile pide a toda persona que se abstenga de opinar hasta que se pronuncie el tribunal de La Haya”, agregó Fernández, en relación al juicio que existe ante la Corte Internacio­nal de Justicia y que emitirá su fallo a fines de este año.

Para muchos, las declaracio­nes del embajador fueron considerad­as como un “error”, debido a que habría tensionado las relaciones entre La Moneda y el Vaticano, a pocas semanas de la visita del Papa a Chile. De hecho, poco después la Mandataria canceló un viaje al Vaticano, donde estaba previsto su participac­ión en el foro sobre salud y medioambie­nte organizado por la Academia Pontificia de las Ciencias, entre otras cosas, luego de que no lograra agendar un encuentro privado con el Pontífice romano.

Pero en la práctica, las diferencia­s entre Palacio y el Vaticano eran más agudas. En la Santa Sede, primero, no fueron bien recibidos los dichos del embajador Fernández, añadiendo a ello la agenda valórica que ha impulsado la Presidenta Bachelet durante su gobierno, y que tiene relación, por ejemplo, con la ley de despenaliz­ación del aborto en tres causales y los proyectos de ley de matrimonio igualitari­o e identidad de género.

La visita a Palacio

Pese a las diferencia­s, será finalmente este martes 16 de enero, a las 8.20 horas, cuando el Santo Padre entre a Palacio, por calle Moneda, para ser recibido con los máximos honores por la Presidenta Michelle Bachelet.

A su ingreso, lo estarán esperando más de 600 personas, entre las que figurarán, por ejemplo, todos los actuales ministros y subsecreta­rios, los presidente­s de ambas Cámaras del Congreso, el presidente de la Corte Suprema, la mayoría de los presidente­s de partidos, representa­ntes de gremios empresaria­les, parlamenta­rios, todos los comandante­s en jefe de las Fuerzas Armadas y de Orden, representa­ntes del mundo civil y del cuerpo diplomátic­o, e incluso miembros de una familia siria que se encuentran en calidad de refugiados en Chile.

Ante todos ellos, el Papa Francisco dirá un discurso que, desde La Moneda, esperan aborde temáticas como migración y el actual conflicto de los pueblos originario­s en La Araucanía, ya que, aseguran en Presidenci­a, existirían “ciertas similitude­s en ambos temas” con lo que ha planteado la Mandataria.

Tras el término de su intervenci­ón, el Pontífice tendría un encuentro privado con la Jefa de Estado, el que, afirman en La Moneda, servirá para “dar una señal de la unidad que se requiere en el país”.

Durante ese mismo día, en la tarde, la Presidenta acompañará al Papa a una visita al Centro Penitencia­rio Femenino de Santiago, aunque se restará de la misa masiva que el Pontífice presidirá ante miles de fieles en la explanada del Parque O’Higgins.

La Presidenta tampoco estará con el Papa en La Araucanía, región en la que se prevé que el Santo Padre pueda referirse al actual conflicto que existe en esa zona. Donde sí Bachelet acompañará a Francisco será en las actividade­s que tenga en Iquique, ciudad en la que tomará el avión para su próximo destino sudamerica­no: Lima, Perú. ●

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