La Tercera

EL PRIMER AÑO DE TRUMP

-

SEÑOR DIRECTOR:

El primer año de Trump, no es fácil definir. No ha sido como los anteriores, y menos como su antecesor Obama. No solo es un republican­o, sino que representa lo más conservado­r del partido. Hasta ahí nada dramático en lo sustantivo, con un Reagan, o un Bush. Pero es Donald Trump, más acorde con su pasado televisivo y empresaria­l, que buscó llamar la atención y lo logró, accediendo a la presidenci­a, contra todo pronóstico.

Accedió al gobierno provocando, con soluciones polémicas, entusiasma­ndo a un importante sector, saturado de los políticos tradiciona­les que representa­ba Hillary Clinton. Decidieron alzar su voz y darse el gusto de elegirlo. Ha sido polémico e inhabitual. Se ha confrontad­o con varios sectores políticos. Ha nombrado y despedido, como en su programa “El Aprendiz”, a muchos de sus asesores. O han debido irse, enemistado­s con él.

Lo ofrecido en campaña, por rupturista que pareciera, lo ha seguido. Pero, tal vez lo que más ha llamado la atención, han sido sus desafíos en política exterior, empecinado en deshacer el legado de Obama, caracteriz­ado por acuerdos tolerantes. Trump llegó para desarmarlo todo. Nada de altruismo, pragmatism­o puro y duro.

Su personalid­ad ruda y desafiante, no le ha acarreado amigos. No se le quiere, no es simpático, e intenta dominar. Se le considera inestable e inexperto. Carece de atributos de empatía. Pero, no nos engañemos, tiene claro que no fue elegido para agradar, sino para imponerse, sin importar si quedan heridos en el camino.

Pocos presidente­s han tenido una tan fuerte campaña en contra. Por todo lo critican, aunque acierte. Muchos buscan su inestabili­dad. Un año singular, y todavía quedan tres.

Samuel Fernández Illanes

Académico Derecho U. Central

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile