Canales se quita los botines
Unión Española anuncia la retirada de su inolvidable goleador. El delantero, ídolo de los hispanos y también de la U, abandona el fútbol a los 35 años.
“Tengo entendido que Pinares negocia la salida de su club. No sé cómo estará”.
“¿Reemplazo para Zacaría? El lunes analizaremos para tomar la mejor decisión”.
“Rueda transmite humildad y sencillez. Desearle todo el éxito para el fútbol chileno”.
Tras 14 años de carrera futbolística, el físico de Gustavo Canales (35 años) dijo nada más. Y así, el Mágico tuvo que ponerle fin a un camino que arrancó en 2004 en General Roca, el equipo de su pueblo natal, y que concluyó en Unión Española, el cuadro chileno en el que se hizo conocido para el mundo del balompié.
La rodilla, una tendinitis, la espalda y hasta el hombro le fueron poniendo obstáculos en diversos puntos de su carrera. Eso lo fue cansando, a pesar de las ganas y el empeño por ponerse a punto y dar lo mejor de sí. Hasta que el deseo ya no alcanzó.
Ayer el elenco de la Plaza Chacabuco comunicó el adiós definitivo: “Hoy es un día triste no sólo para Unión Española, si no que para todo el fútbol nacional, ya que se retira uno de los jugadores más letales y ganadores de los últimos años. Le decimos adiós al gran Gustavo Canales”.
Hijo de madre chilena y padre argentino, a las canchas nacionales llegó el 2007, cuando Deportes La Serena confió en él y en lo que ya había demostrado en Aldosivi, Cipotelli y General Roca, sus anteriores clubes. En los seis meses que estuvo con el cuadro granate, alcanzó a marcar 11 goles en 12 partidos. Era el aviso de que algo grande vendría en tierras chilenas.
Tras un paso por el Once Caldas colombiano, Unión Española fue el cuadro que, dicho está, lo lanzaría a la fama. En 2009 jugó 39 cotejos, con 27 festejos. Ese desempeño le valió partir a River Plate, donde no le fue bien y tuvo que volver a Independencia, su tierra bendita y donde se sentía como en el patio de su casa. Ahí otra vez descolló, en un semestre donde anotó 19 goles en 21 duelos. La U luchó para tenerlo, justo en el semestre en que armó un equipo de ensueño para que Jorge Sampaoli la comandara a la obtención de la Copa Sudamericana y a un histórico tricampeonato que comenzó con una final, el 12 de junio de 2011, donde Canales se vistió de Mágico.
Tres goles en una final no los hace cualquiera, y Canales los hizo para dar vuelta una llave casi imposible en favor de los azules ante Universidad Católica. Ahí se metió en el corazón de los fanáticos del Romántico Viajero. Esas actuaciones le valieron ser llamado a la Roja de Borghi y la del propio Sampaoli. Aunque como casi siempre tuvo problemas de lesiones, sólo alcanzó a jugar un duelo por Eliminatorias.
Claro que también tuvo un divorcio parcial con el cuadro estudiantil. Porque en 2012 partió intempestivamente al Dalian Aerbin de China, empujado por los millones de dólares del gigante asiático.
Y así como el hijo pródigo, el ahora exjugador de 35 años retornó por tercera vez a Unión, conquistando el Transición 2013 y la Supercopa de ese año. Y luego, como un déjà vu, otra vez pasó a la Universidad de Chile. donde lograría otro título de liga local, otra supercopa y una Copa Chile. Fue su último gran año, brillando en la cancha y sin tantas lesiones.
Esto, porque aunque intentó relanzar su carrera internacional en Botafogo, el cuerpo no lo dejó y apenas jugó 11 cotejos en un año, convirtiendo un gol. ¿Quién aparecía para acogerlo otra vez? Como siempre, Unión Española, su gran amor. Para vestirlo por cuarta vez.
Ahí tuvo un último torneo, uno aceptable. Fue clave para pelearle el título a Colo Colo hasta el final, aunque no alcanzó para que los rojos se alzaran con la corona.
Y aunque la dirigencia del cuadro de colonia intentó convencerlo de seguir por un año más, Canales y físico dijeron no más.Gustavo dice adiós.