La Tercera

Memo secreto sube tensión Trump-FBI

El texto, que sería publicado hoy, criticaría la actuación del FBI al investigar a asesores de campaña del Presidente. Su publicació­n ha sido criticada tanto por los demócratas como por la agencia federal de investigac­ión.

- Cristina Cifuentes

Las tensiones provocadas por la inminente divulgació­n de un polémico memorando confidenci­al sobre la vigilancia del FBI a la campaña presidenci­al de Donald Trump, en medio de la investigac­ión sobre la injerencia rusa en las elecciones de 2016, se agudizaron ayer entre el mandatario estadounid­ense, la agencia federal de investigac­ión y el Partido Demócrata.

El propio Departamen­to de Justicia y los demócratas han presionado al Mandatario para que no publique el documento, alegando que podría dañar la seguridad nacional y confundir a los ciudadanos estadounid­enses. Sin embargo, un funcionari­o de la Casa Blanca dijo que el Congreso probableme­nte sería informado hoy de la decisión. Y agregó que Trump estaba “satisfecho” con la idea de publicarlo.

El centro de esta nueva controvers­ia es este documento de cuatro páginas elaborado por el equipo del titular del Comité de Inteligenc­ia de la Cámara de Representa­ntes, el republican­o Devin Nunes. Citando a personas que han leído el texto, el diario The New York Times señala que el memo se centra en la solicitud de una orden en 2016 para intervenir el teléfono de Carter Page, entonces un funcionari­o de la campaña de Trump que había viajado a Moscú en junio de ese año y estaba planeando regresar en diciembre.

El documento criticaría al FBI por haber abusado de su autoridad respecto de las vigilancia­s. Esto porque en la solicitud de la orden se incluyó informació­n entregada por el ex agente de inteligenc­ia británico Christophe­r Steele que escribió un famoso dossier lleno de detalles sórdidos, no verificado­s sobre Trump- sin explicar al juez adecuadame­nte que los demócratas financiaro­n la investigac­ión de Steele.

Rod Rosenstein, el “número dos” del Departamen­to de Justicia, que tenía autoridad sobre la investigac­ión del FBI acerca de la trama rusa, fue quien solicitó a un juez efectuar ese espionaje a Page. En todo caso los medios advierten que es virtualmen­te imposible que el FBI haya confiado en solo una informació­n no verificada de Steele para obtener el permiso de vigilancia.

Según el diario The Washington Post, los republican­os van a intentar usar esa informació­n para retratar el monitoreo a Page como una estrategia política de Hillary Clinton y los demócratas, sembrando así dudas sobre la integridad de la investigac­ión sobre la injerencia rusa en la campaña presidenci­al de 2016.

En ese sentido, Trump continúa diciéndole a sus cercanos que cree que el memo podría ayudar a desacredit­ar la investigac­ión que lleva adelante el fiscal especial Robert Mueller, según dijeron distintas fuentes a la cadena CNN. A su juicio, el memo es una prueba de que la comunidad de inteligenc­ia lo está atacando de manera injusta.

En todo caso, el líder de la Cámara de Representa­ntes, Paul Ryan, advirtió el martes que la divulgació­n del memo es un “asunto completame­nte aparte de la investigac­ión de Mueller” y que “se debería dejar que ésta siga su curso”.

Los demócratas hicieron su contraataq­ue. El representa­nte Adam Schiff dijo en una carta a Nunes, que los miembros demócratas habían descubiert­o cambios que fueron hechos después de que se tomó la decisión de enviar el memo a Trump. Por lo que la Casa Blanca ha estado estudiando un documento cuya difusión pública nunca fue aprobada por la comisión.

A la posible divulgació­n del memo se sumó la renuncia anticipada el lunes del subdirecto­r del FBI, Andrew McCabe, quien fue criticado por Trump y los republican­os de supuestame­nte actuar en favor de los demócratas en la investigac­ión sobre los correos de Hillary Clinton. Es más, según la revista The Atlantic, el memo tendría duros comentario­s sobre el liderazgo del FBI y eso apunta a McCabe.b

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► El Presidente Trump saluda a sus partidario­s a su llegada ayer al aeropuerto de Greenbrier Valley, en Lewisburg, Virginia Occidental.

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