El votante número 6 millones abre la esperanza del triunfo
Los entonces líderes de la oposición estimaban que si se inscribían más de 6 millones de votantes en los registros electorales era posible una victoria. Se llegó a los 8 millones.
Genaro Arriagada: “Al principio esto era una carrera en la cual todos teníamos muchas dudas. El hecho de que el primer inscrito fuera Pinochet en la mesa número uno fue verdaderamente tremendo. Pero hubo cosas muy decisivas por ejemplo, a la Tencha Bussi (viuda de Salvador Allende), la habían dejado volver a Chile. Le pedí a Lucho Maira y a Sergio Bitar que fueran a Argentina y estuvieran con ella para efectos de coordinarnos, porque sabíamos que ella venía. Llegó y, bajándose del avión, llamó a inscribirse (en los registros electorales), eso significó que el allendismo entero se sumó a esto con la excepción del PC, que lo hizo tres meses después”.
Ricardo Lagos: “Quiero reivindicar a María Maluenda. El 26 de
junio del 87, a pesar de la orden del PC, fue y se inscribió. Al día siguiente fue expulsada del partido... usted tendrá una idea de lo que ocurría. Eso produjo un gran impacto”.
Andrés Zaldívar: “El gran acierto fue el llamado a la inscripción, la movilización vino desde abajo. Había una oposición silenciosa que no se atrevía a tomar un papel”.
Luis Maira: “Un día llegó a la casa del NO, en Alameda con Lastarria, el encargado y nos dijo: ayer se inscribió el votante numero 6 millones y preguntamos dónde se inscribió: ‘en San Miguel’. Cerramos la sesión, nos subimos al Metro y nos fuimos al lugar donde se había producido la inscripción y don Patricio Aylwin hizo una declaración diciendo que, ‘a contar de este momento, es posible que la dictadura sea derrotada, porque hay la masa crítica que hay que seguir aumentando para poder ganar”. Eso fue en junio del 88.
Carolina Tohá: “Cuando comenzó la decisión de llamar a inscribirse en los registros electorales era con muchas dudas, eran más dudas que seguridad, teníamos la sensación de que a lo mejor íbamos a terminar siendo útiles a la estrategia de Pinochet. Nadie anticipó el enganche que iban a tener los chilenos con el tema electoral. Eso gatilló una serie de aliados en todos los niveles que se movilizaron en torno al tema de la inscripción y empezó a aparecer cada vez más posible el hecho de triunfar”.b