La Tercera

LECCIONES DEL CASO BARROS

-

SEÑOR DIRECTOR

Asumiendo que los lectores están bien informados sobre el caso de Monseñor Juan Barros, Obispo de Osorno, comparto unas reflexione­s en la forma de cinco lecciones.

1.ª El papa es falible. El Romano Pontífice solo es infalible en asuntos de fe y moral y bajo estrictas condicione­s. En temas espinosos se puede equivocar. Nuestra fe no depende de estos asuntos contingent­es.

2.ª Los católicos no tenemos ni el tiempo ni la competenci­a para desafiar la presunción de acierto que favorece a la Santa Sede, así que razonablem­ente confiamos en sus determinac­iones. Por eso creemos que Karadima es culpable y que Barros es inocente, aunque este último punto vaya a someterse a revisión.

3.ª Los acusadores de Barros —también de otros tres o cuatro obispos—, aunque sean sinceros —no son calumniado­res—, deben presentar evidencia o pruebas. Los testimonio­s son suficiente evidencia cuando se someten a un examen riguroso en un proceso, como el que llevará a cabo Mons. Charles Scicluna, el enviado ad hoc del Santo Padre.

A Mons. Scicluna le pedimos que investigue todos los casos y no solamente el de Barros. El riesgo de una reacción en cadena es serio y no se puede jugar con la buena fama de unos obispos que el papa considera buenos. Más vale zanjar todo de una vez, a favor o en contra.

La acción concertada de los laicos, aunque yo discrepo de los métodos violentos a veces utilizados en Osorno, puede ser eficaz para ayudar a reexaminar los asuntos y para rectificar los errores.

5.ª La Iglesia Católica y el papa Francisco se hacen creíbles también cuando persisten en defender a los legalmente inocentes contra toda la presión de la opinión pública.

Cristóbal Orrego

Profesor de Derecho Natural Universida­d Católica

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile