El Nacional corea a Ríos
El público recibe al Chino como en sus mejores tiempos y hasta le obliga a pararse a saludar. El tenista realizó algunos gestos provocadores.
Después de días marcados por las vulgaridades de Marcelo Ríos, la tensión se arrastraba al Court Central. En sus últimas presencias en cancha, el zurdo se había visto involucrado en incidentes. Sin ir más lejos, en Colombia estuvo a punto de ser detenido tras enfrentarse con hinchas.
Ayer intentó guardar un bajo perfil y en la previa participó de una arenga grupal, en un video que luego compartiría Hans Podlipnik en sus redes sociales. Ya en la arcilla ñuñoína, se instaló brevemente con el resto del equipo, que estaba detrás de la banca de Nicolás Massú. De esa posición, ante el grito de apoyo de un hincha y la posterior ovación, saludó al estilo de los jurados del Festival de Viña del Mar. “Olé, olé, olé, Chino, Chino”, se oía con fuerza. Porque hay que convenir que siempre ha tenido un grupo de incondicionales dispuestos a celebrarle todo. Incluso, lo que supere todo los límites del respeto.
Por momentos, intercambió diálogos y bromas con Jorge Aguilar, Juan Carlos Sáez y Tomás Barrios. Con este último compartió bloqueador solar, cuando el sol comenzaba a pegar fuerte. Pero rápidamente se ubicó junto al túnel y luego se retiró del lugar, para volver hacia el epílogo del duelo de Nicolás Jarry. Aplaudió los puntos del número uno nacional y se mostró muy satisfecho.
Sin embargo, donde más activo y más cerca de su función como ayudante se le vio fue en el encuentro de Gonzalo Lama. Constantemente le daba consejos al segundo singlista nacional, desde su ubicación al borde del túnel. Ahí su interlocutor era Exequiel Carvajal, el popular Yogurt de Mora, uno de los que más conoce al zurdo.
Cuando peor lo pasaba Lama, Ríos estuvo ahí para levantarlo y darle instrucciones. No obstante, ese manto de normalidad se vio opacado por algunos gestos del ex número uno del mundo, que desataron las risas de los presentes. De hecho, cuando alguien del público le gritó algo relacionado con los periodistas, el Chino hizo un ademán con la cabeza alusivo a la grosera frase que lo puso en la palestra. “Ahí está el maleducado de nuevo”, decía una señora, ya mayor, ubicada en el palco.
Junto con lamentar la derrota de Lama, Ríos se retiró raudamente, con la misma actitud desafiante que lo ha acompañado a lo largo de toda su vida.b