Los aprendices de un circo
Lo de ayer fue un día histórico para el deporte nacional. Así como la generación que hoy tiene más de setenta años recuerda con añoranza el Gran Premio Arturo Alessandri Palma, en el que en las calles de Santiago circularon pilotos de la talla de Juan Manuel Fangio, Froilán González, Loui Rosler y Onofre Marimón, entre otros, quienes tuvimos la suerte de vivir lo de ayer, ese momento histórico, espero que permanezca en nuestra retina por décadas.
Y es que a pesar de todos los problemas, las voces disidentes, de quienes reclamaron y pusieron recursos de amparo, en todo su derecho -por cierto-, sin duda la realización del Santiago Antofagasta Minerals ePrix, como la cuarta fecha del campeonato mundial de la Fórmula E, creo que acalló las dudas.
Dudas que si era necesario resolver. De qué pasaría con el parque. Dudas, respecto a la importancia de dar a conocer la electromovilidad en nuestro país, dudas deportivas, dudas, dudas y más dudas.
Espero que los que las tenían hayan ido ayer al Parque Forestal, se hayan dado una vuelta por cada una de las calles aledañas, por cada rincón que albergó esta competencia. Sí, hubo calles cortadas, hubo pequeñas congestiones, pero la gente estaba dichosa, disfrutó un espectáculo de clase mundial en familia, con una organización de lujo y con una infraestructura que dio paso a un hito histórico en nuestro país.
Lo dijo el mandamás de la Fórmula E, Alejandro Agag, en cada uno de sus discursos. Chile es un escenario privilegiado, tenemos litio y cobre, dos de los elementos más importantes para impulsar la electromovilidad, algo necesario para combatir el calentamiento global. Para él, nuestro país, es casi el salvador del planeta.
Pero esto va más allá. Esto nos enseña que aún somos chaqueteros, que en vez de sentirnos orgullosos de haber sido elegidos para organizar esta fecha, se pusieran uno y mil problemas para su organización. Que el mensaje que se quería dar fuera opacado por unos pocos, por peleas y cahuines de bajo calibre.
Siento que no tuvimos la altura de miras. Siento que podríamos haber disfrutado aún más si nos hubiéramos enfocado en lo que realmente era importante.
Fuimos aprendices de un circo que casi nos queda grande. Sólo espero que la Fórmula E vuelva el próximo año, para disfrutarla de principio a fin.