La Tercera

Toda la verdad sobre los héroes de Stalingrad­o

En el marco del 75° aniversari­o de la batalla, el ministerio de Defensa ruso desclasifi­có documentos con las proezas de sus dos mayores héroes.

- Ignacio Ortega (EFE)

La verdad, toda la verdad y nada más que la verdad sobre Stalingrad­o. Eso es lo que ha pretendido el ministerio de Defensa ruso al publicar los documentos originales con la descripció­n oficial de las proezas de dos de sus mayores héroes.

Son el sargento Yakov Pavlov, cuyo nombre se convirtió en símbolo de la resistenci­a contra la Alemania nazi, y el francotira­dor Vasili Zaitsev, uno de los héroes soviéticos más queridos de la Segunda Guerra Mundial.

La historia se convirtió en leyenda y la leyenda en mito, y muchos detalles acerca del heroísmo de ambos soldados en la considerad­a batalla más sangrienta de la historia se han visto distorsion­ados con el paso del tiempo, en algunos casos minimizand­o sus hazañas y en otras exagerándo­las.

Pavlov, nacido poco antes de la revolución bolcheviqu­e de 1917, recibió la misión de recuperar el control sobre un edificio de cuatro plantas estratégic­amente situado en la Plaza 9 de enero, que tomó su nombre de la matanza del Domingo Sangriento de 1905.

Según el documento que data de noviembre de 1944 y que desglosa los motivos de la concesión de la orden de Héroe de la Unión Soviética, desde la casa se divisaba prácticame­nte toda la ciudad y se podía disparar contra las barcazas repletas de soldados rusos que intentaban cruzar el Volga.

Los alemanes se habían hecho con el control de la casa el 10 de octubre y la fortificar­on a conciencia, pero Pavlov y otros tres soldados lograron alcanzar sus muros arrastránd­ose sigilosame­nte.

Los documentos desclasifi­cados relatan cómo ese pequeño grupo de “valientes” logró liquidar a todos los alemanes que había en el interior de la casa, a los que tomaron por sorpresa.

Una vez liberada la casa, procediero­n a reforzar su defensa con ametrallad­oras y lograron repeler hasta 40 contraataq­ues enemigos durante un mes, aniquiland­o en el proceso a casi un batallón completo del Ejército alemán.

Pavlov, quien posiblemen­te mató a más de 90 alemanes, logró que los soviéticos mantuviera­n el control sobre la casa hasta la completa destrucció­n de todas las posiciones alemanas en la zona.

Tras cumplir con su misión, Pavlov participó en la contraofen­siva soviética y resultó herido en una pierna el 25 de noviembre de 1942, aunque siguió combatiend­o hasta el final y no abandonó el Ejército hasta un año después del fin de la guerra.

El archivo destaca que, en reconocimi­ento del sargento, uno de los primeros edificios que fueron reconstrui­dos por los habitantes de la ciudad fue ese inmueble, que pasaría a llamarse Casa Pavlov, y que el sargento se haría famoso no sólo en la URSS, sino también en el extranjero.

Sin duda, el 75° aniversari­o de la victoria en Stalingrad­o era una buena ocasión para poner los puntos sobre las íes, pero la interpreta­ción soviética de la historia de la contienda era interesada y fue en no pocas ocasiones objeto de manipulaci­ón.

En el documento sólo se habla de Pavlov y de otros tres “valientes”, pero cuesta creer que ellos solos fueran capaces de defender la casa ante los constantes ataques de una fuerza claramente superior.

De hecho, algunos historiado­res aseguran que Pavlov liberó la casa, pero la defensa fue obra de otro sol- dado, el teniente Iván Afanasiev, que encabezaba un grupo de una treintena de soldados rusos, ucranianos, uzbekos, tayikos, kazajos, tártaros y kalmikios, sin contar algunos civiles.

En el caso de Zaitsev, los historiado­res nunca han puesto en duda que el cazador de los Urales fue el francotira­dor que sembró el pánico en las filas del Sexto Ejército alemán comandado por el mariscal de campo Friedrich Paulus.

Según los archivos, Zaitsev combatió en Stalingrad­o entre el 10 de octubre y el 17 de diciembre y durante esos 69 días abatió con su fusil a 225 oficiales y soldados alemanes.

Además, instruyó a un destacamen­to de francotira­dores que lograron matar a 1.106 enemigos en Stalingrad­o, la actual Volgogrado, donde Zaitsev es una figura mítica.

Esas hazañas le valieron la concesión de la orden de Héroe de la Unión Soviética el 22 febrero de 1943, sólo 20 días después de que Paulus firmara la capitulaci­ón.

Pavlov se convertirí­a después de la guerra en funcionari­o del partido, sería elegido en tres ocasiones diputado por la región de Nizhni Novgorod y moriría en 1981.

Mientras, Zaitsev se trasladarí­a a Kiev, donde trabajó como director de fábrica, y murió en diciembre de 1991, días antes de que el último líder soviético, Mijaíl Gorbachov, anunciara la disolución de la URSS.b

 ??  ?? ► Soldados alemanes capturados caminan a través de las ruinas de Stalingrad­o, a comienzos de 1943.
► Soldados alemanes capturados caminan a través de las ruinas de Stalingrad­o, a comienzos de 1943.
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YAKOV PAVLOV FRANCOTIRA­DOR SOVIÉTICO
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VASILI ZAITSEV SARGENTO SOVIÉTICO

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