La Tercera

EL MÁS GRANDE DEL MUNDO MUNDIAL

- Por Juan Cristóbal Guarello

Tranquilo Chinito lindo, relaja tus esculpidos músculos y tu estirada cara. Total, los 2.500 dólares de multa, es bicoca, ni siquiera la vas a pagar tú. Pon ese castigo en el mismo anaquel donde tienes los premios limón de Roland Garros o en el cajón donde dejaste tirada la bandera chilena que no quisiste llevar en la inauguraci­ón de los Juegos Olímpicos de Sidney. Es que no te dieron las entradas que pediste para tu familia. Porque siempre hay alguien que te está chaquetean­do, que se cruza en tu camino, que no disfruta de tus orines en sus pantalones, que no es feliz de que lo golpeen o atropellen por pura diversión. Gente maldita, que no sabe gozar de alma libre, de tu genialidad 24/7.

Como esa amiga mía que cometió la imprudenci­a de tomarse un té en la mesa de al lado donde tú pacías una merecida borrachera. Entonces, qué menos que eso, le mandaste a un goma de nombre Waldo Martínez a agarrarla de las mechas. Y después, en una entrevista negociada con TVN, la culpaste a ella de provocarte. Y tenías razón. ¿Cómo alguien se atreve a respirar en tu pre- sencia? Perdón, en tu magnífica presencia.

Y ahora se enojaron por mandarlos a chuparla. Deberíamos estar agradecido­s de tan inteligent­e recomendac­ión. ¿Viste? Imagínate, tú que te has convertido en ejemplo de responsabi­lidad cívica por el supremo esfuerzo de ir a votar en una elección por primera vez en tu vida. Y estos atorrantes no lo valoran.

Pero, tranquilo, en un mes y medio más vas a jugar esa pichanga contra Agassi conmemoran­do tus 20 años de número uno del mundo y nadie se va a acordar de este último incidente. Estaremos todos a la siga tuya, limosneand­o una cuña suelta, alguna interjecci­ón o hasta un estornudo. Ni hablar de la conferenci­a de prensa previa al partido. Será un campeonato de preguntas corneteras, laudatoria­s, ditirámbic­as y celebrator­ias. Y tú, claro, responderá­s con monosílabo­s quejosos mientras estás desparrama­do sobre una incómoda silla que no merece tu augusta espalda.

Y Agassi, ése don nadie, te contradeci­rá al responder de manera amable, inteligent­e y lúcida. Por favor, que alguien le aclare que fue invitado como comparsa, como toro para ser faenado en el ruedo. Que se no se le ocurra opacarte. Porque nadie se te compara, ni Mónica Seles ni de Rod Laver, dos inventos que no ganaron nada, los que alguna vez te topaste en un pasillo y, como interrumpí­an tu paso gallardo, supiste motejar de “Culo Gordo” Seles y “Viejo de Mierda” Laver. Siempre tan ingenioso, tan rápido, tan inteligent­e tu Chinito. Un crack.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile