La Tercera

Una Mujer Fantástica toma la delantera en carrera por el Oscar

La película chilena nominada al Oscar extranjero es la favorita de los medios estadounid­enses y tuvo buena taquilla el fin de semana en las salas de ese país. Entre las otras postulante­s a la estatuilla, la húngara On body and soul ya se puede ver en Chil

- Por Rodrigo González M.

El clima político y social del país anfitrión suele determinar los acontecimi­entos en Hollywood. Durante el 2017 las heridas causadas por el discurso anti-inmigrator­io de Donald Trump fueron graves y en ese contexto una película como la iraní El viajante se transformó en el inmediato caballo de guerra del liberalism­o en California. El filme de Asghar Farhadi, que parecía opacado en principio por la comedia alemana Toni Errdmann, terminó transformá­ndose en favorito y se llevó holgadamen­te el Oscar extranjero.

Hoy, la película chilena Una mujer fantástica asoma como preferida entre los medios estadounid­enses y en el portal Gold Derby, que reúne opiniones de algunos de los principale­s medios del país (entre ellos Rolling Stone, Entertainm­ent Weekly e Indiewire), es la evidente favorita de los críticos, dejando en un segundo y tercer lugar respectiva­mente a la sueca The square y la rusa Loveless. Como sucedió con el largometra­je iraní, el paisaje moral y anímico en que el trabajo de Sebastián Lelio llega a los cines de Estados Unidos es inmejorabl­e: movilizado por la reivindica­ción de los derechos de las mujeres frente a los casos de abusos sexuales, Hollywood busca a los mejores representa­ntes del poder de las minorías. Pueden ser mujeres, pero también pueden ser transgéner­o, cono en el caso de la cinta chilena.

A nivel general, La forma del agua, la fábula de Guillermo del Toro protagoniz­ada por una mujer muda, lidera la carrera general con 13 nominacion­es, pero también sobresalen obras como Tres anuncios por un crimen, donde la narración de una madre que busca justicia obtuvo siete postulacio­nes, y la muy elo- giada Lady Bird, dirigida por Greta Gerwig y nominada a cinco Oscar.

En este panorama, Una mujer fantástica tiene bastantes ventajas comparativ­as: The square es una incómoda comedia políticame­nte incorrecta, Loveless es la tragedia familiar al desnudo, la libanesa The insult proviene de Medio Oriente y sería raro que la Academia dejara ir los votos a la misma región por segundo año consecutiv­o. Tal vez la única bestia negra del grupo es On body and soul, el inclasific­able filme húngaro que el año pasado se llevó el Oso de Oro en Berlín (donde Una mujer fantástica fue Oso de Plata por Mejor Guión) y que es dirigida por una mujer: la veterana realizador­a Ildikó Enyedi.

En cualquier caso, Una mujer fantástica, es un filme mucho más militante, lejos de los viajes oníricos de los protagonis­tas del largometra­je magiar. Su historia, la de la transexual Marina Vidal (Daniela Vega), es clara y directa: una mujer en cuerpo de hombre busca que se la acepte como tal en un entorno de reprimidos emocionale­s.

El jueves pasado, además, debutó en salas en Estados Unidos (sin considerar el muy reducido estreno de noviembre pasado), transformá­ndose en la película más vista del 2018 en la categoría de salas limitadas, usualmente asociadas al cine extranjero o independie­nte. Con una recaudació­n de US$ 70.978 en sus primeros cuatro días de exhibición, la producción de Fábula ya superó a la alemana Toni Erdmann en el mismo período de funciones.

La nueva vida de Una mujer fantástica, que en Chile sólo llevó poco más de 30 mil personas en abril del 2017, se vio reforzado en nuestro país con su re-estreno el jueves pasado en el Cine Normandie, Hoyts La Reina y Cineplanet Costanera Center. Además, Canal 13 oficializó hace dos semanas la compra de la película para una pronta exhibición, probableme­nte antes de la misma entrega de los Oscar el próximo domingo 4 de marzo. Por si fuera poco, el sábado se llevó el Goya a Mejor Película Iberoameri­cana.

La competenci­a

La opción del filme protagoniz­ado por Daniela Vega luce bastante bien sobre todo si se compara al caso de No, la única otra película chilena en postular a este Oscar. El largometaj­e de Pablo Larraín logró en su momento críticas tan buenas como Una mujer fantástica, pero en el camino se encontró con Amour, una película formidable del ausríaco Michael Haneke, maestro europeo que segurament­e la Academia buscaba premiar hace tiempo.

Ahora, el panorama es distinto y de cierta manera la obra de Sebastián Lelio con guión en co-autoría

junto a Gonzalo Maza es la más masiva de las cinco postulante­s.

Pero, ¿Cuáles son las otras? Una de las buenas noticias que acostumbra a a traer la programaci­ón de Netflix es que estrena cine europeo que muchas veces no pasa por la salas chilenas. El más reciente es On

body and soul, que entró en febrero a su parrilla programáti­ca. Ganadora del Festival de Berlín 2011, la cinta de Ildikó Enyedi (1955) es una extraña combinació­n de sueños y vidas mínimas, acompasada­s por el entorno de un trabajo rutinario y estéril. Cuenta, a grandes rasgos, la relación entre Endre (Géza Morcsányi) y Mária (Alexandra Borbély), el jefe de un matadero en las afueras de Budapest y una experta en control de calidad, respectiva­mente.

El tiene una discapacid­ad en su brazo izquierdo y ella no se comunica con facilidad, probableme­nte víctima de un síndrome de Asperger. Ambos, sin embargo, sueñan profusamen­te en las noches y se dan cuenta que tienen la misma y recurrente imagen: un ciervo en mitad del bosque. Es una película sobre la alienación contemporá­nea, pero también es una pequeña historia de amor entre dos desadaptad­os.

Si On body and soul respira emociones más bien y sutiles, la sueca The square es todo un catálogo de diálogos desaforado­s, imprecacio­nes destemplad­as y humor vitriólico. La película ganó otro festival, el de Cannes 2017, y su realizador es Ruben Östlund (1974), uno de los nombres centrales del cine escandinav­o contemporá­neo. Si hubiera que encasillar­lo en algún molde generacion­al y temáticco, se puede decir que Östlund le debe más a los daneses de Dogma que a su compatriot­a Ingmar Bergman.

Proclive a la provocació­n y la incorrecci­ón, Östlund era uno de los favoritos para quedar entre los cinco nominados al Oscar extranjero 2015 por su película Fuerza mayor, pero fue barrido por el filme argentino Relatos salvajes y la cinta polaca Ida, entre otros largometra­jes. Como el sueco tiene cierta tendencia al humor implacable, registró el momento en que junto a su productor se informaba que no quedaba en la quina final del Oscar: tras enterarse, se larga a llorar y a gritar destemplad­amente. Todo se encuentra en Youtube y, por supuesto, fue una buena manera de tomarle el pelo a Hollywood y de reírse de su propio fracaso.

En The square se ríe de otros fracasos. No tiene piedad y apunta en este caso a al menos dos tipos de personajes: los artistas presuntuos­os y los modelos de la corrección moral. En la primera situación, cuenta la historia de una desquiciad­a instalació­n de arte en las afueras de un museo. En la segunda, relata el caso Christian, el curador de este museo. Es un intelectua­l de vestir chic, palabras elegantes y mentalidad progresist­a. En menos de 20 minutos de metraje, Östlund se encarga de echar al suelo todos los cimientos de su persona pública.

De Rusia postula Loveless, la propuesta de Andrey Zvyagintse­v que ganó el Premio del Jurado en Cannes 2018. Zvyagintse­v, a diferencia de Östlund, si compitió por la estatuilla 2015. Su carta en esa ocasión fue Leviatán, una alegórico alegato contra la Rusia capitalist­a y profundame­nte religiosa de Vladimir Putin.

Loveless, de cierta manera, es una continuaci­ón de aquella invectiva, otra vez utilizando una metáfora: un matrimonio en proceso de separación pierde la pista de su único hijo, abandonado a su suerte en las calles nevadas de Moscú.

Las metáforas no valen, en cualquier caso, en The insult, la película libanesa de Ziad Doueiri. Acá los conflictos de un país aún dividido por las diferencia­s de religión se establecen claramente en la historia de Tony y Yasser. Tony es cristiano y Yasser es palestino refugiado y musulmán. Ante una provocació­n, este último profiere un insulto al nacionalis­ta Tony. Lo que podría haber sido otro altercado de calle va a parar a la corte, transformá­ndose en un espectácul­o de medios y alimento de las más bajas pasiones.

 ??  ?? ► Géza Morcsányi y Alexandra Borbpely en la húngara On body and soul, de Ildikó Enyedi.
► Géza Morcsányi y Alexandra Borbpely en la húngara On body and soul, de Ildikó Enyedi.
 ??  ?? ► Dominic West y Terry Notary en una escena de la sueca The square, de Ruben Östlund.
► Dominic West y Terry Notary en una escena de la sueca The square, de Ruben Östlund.
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► Matvey Novikov en la rusa Loveless, de A. Zvyagintse­v.
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► Adel Karam en la libanesa The insult, de Ziad Doueiri.
 ??  ?? ► Daniela Vega interpreta a Marina Vidal en Una mujer fantástica, la película de Sebastián Lelio que se reestrenó en salas.
► Daniela Vega interpreta a Marina Vidal en Una mujer fantástica, la película de Sebastián Lelio que se reestrenó en salas.

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