Contacto con la víctima
Existe un primer nivel de atención, en que se le informará sobre la ley. “El objetivo es facilitar el acceso oportuno a la atención clínica de especialidad y al acompañamiento”, dice la norma.
La normativa también da cuenta de la forma en que los médicos o funcionarios de estos centros en que se hace el primer contacto deben enfrentar la situación. “Los equipos deberán actuar de manera empática ante la situación de la mujer -adolescente o adulta-, sin juzgarla y sin solicitar el relato de lo sucedido, evitando la revictimización y estigmatización, manteniendo en todo momento la confidencialidad de la atención (...). La calidad de este primer contacto será crucial para favorecer una adecuada vinculación con la red de salud”, indica el documento.
Si durante esta atención surge la sospecha de riesgos para la víctima relacionados con su entorno familiar, se deberán adoptar medidas tendientes a la protección.
En el caso de invocar esta causal para interrumpir el embarazo, la derivación a los recintos asistenciales que cuenten con especialistas para evaluar y realizar la intervención debe realizarse en un plazo no mayor a 24 horas. “En el enfrentamiento de una vulneración tan extrema como la violación, es crítico el acceso oportuno a salud. De esta forma, la referencia coordinada y/o asistida al nivel secundario de especialidad, Policlínicos de Alto Riesgo Obstétrico (ARO) o nivel de especialidad obstétrica acorde a su seguro de salud o las Urgencias Gineco-Obstétricas, debe realizarse antes de las 24 horas”, estipula el documento.
Tras el traslado se deberá conformar un equipo médico que realice la evaluación y determine si se cumple con los requisitos en la tercera causal de la ley.