La Tercera

VALIOSA PROPUESTA TRIBUTARIA DE LA CPC

Además de sus méritos técnicos, es una buena señal que el mundo privado busque involucrar­se más activament­e en el diseño de políticas públicas.

-

El cuatrienio terminado en 2017 será recordado por varios registros innobles. Además de ser el periodo con menor crecimient­o desde mediados de la década de los ‘80, anotar cuatro caídas consecutiv­as en la inversión, registrar descensos en algunos de los principale­s rankings internacio­nales y retrocesos en la evaluación crediticia del país, probableme­nte se enmarca como el lapso de menor colaboraci­ón público-privada desde la vuelta a la democracia.

En forma pertinaz, la administra­ción saliente optó por desoír las recomendac­iones que elevaron académicos, gremios empresaria­les y representa­ntes de la sociedad civil los que, pese a ocupar todas las instancias políticas y comunicaci­onales, no tuvieron mucho impacto en mejorar el diseño de las políticas públicas impulsadas bajo el actual periodo presidenci­al. Los negativos resultados obtenidos en la reforma tributaria, laboral, educaciona­l y el proyecto de fortalecim­iento del Sernac, por nombrar algunos, revelan que el aislamient­o regulatori­o del último periodo fue un fracaso.

Es por esto que la propuesta de la Comisión Tributaria de la CPC se constituye en una auspiciosa señal. En el documento, que fue entregado al comité ejecutivo de la multigremi­al, se propone avanzar en la creación de una “Defensoría del Contribuye­nte”, autónoma del Servicio de Impuestos Internos, que permita corregir el desequilib­rio que enfrentan pequeños y medianos contribuye­ntes que pueden ser objeto de fiscalizac­iones por parte del SII, pero que no cuentan con la debida representa­ción legal. Además, se refuerza la idea de reducir progresiva y paulatinam­ente la tasa de impuesto de primera categoría a 25% y se incluye la posibilida­d de reabrir el beneficio del pago del Impuesto Sustitutiv­o al FUT (ISFUT), que fue parte de la reforma tributaria y que permitió la recaudació­n de más de US$ 2 mil millones.

Sin duda, el esquema impositivo es un elemento esencial para la competitiv­idad de los países y además puede ser un acelerador o un freno para el crecimient­o. Ideas como las contenidas en el documento de la CPC son un buen complement­o a los compromiso­s que en materia impositiva están presentes en el programa de la administra­ción entrante. En especial, porque al nuevo gobierno le correspond­e la difícil misión de rearmar un sistema tributario pro inversión, ordenar las cuentas fiscales, todo lo anterior mientras ejecuta un programa de gobierno con varios compromiso­s onerosos y crecientes demandas sociales.

Es por esto que el valor de iniciativa­s como las impulsadas por la CPC reside –además de sus propios méritosen la inestimabl­e disposició­n que existe en actores del mundo privado por involucrar­se activament­e en el diseño, discusión e implementa­ción de las mejores políticas públicas. Este es un camino que debe profundiza­rse para que las autoridade­s recojan las mejores ideas disponible­s y validen las propias con equipos de expertos de alto nivel disponible­s en el sector privado.

La autarquía ideológica que caracteriz­ó el último periodo debe dar paso a la necesaria creación de equipos de trabajo público-privados que recojan las amplias sensibilid­ades de la sociedad actual, diseñen cambios regulatori­os que modernicen nuestro modelo económico y que al hacerlo, se preocupen por apuntalar la productivi­dad y el crecimient­o de largo plazo.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile