Si fuera americano, habría ganado el Grammy

Con Despacito pienso en varias cosas. Lo primero que tengo que decir es que conozco personalmente a Luis Fonsi, además de artísticamente, por lo que le tengo un gran afecto como persona. Y estoy muy contento de que haya logrado esto. En realidad, él había logrado varias cosas similares en el tiempo, había puesto muchos éxitos grandes, como No me doy por vencido y todos esos temas, porque es un hombre que es un muy buen compositor.

Conocí también a Erika Ender, la compositora de la canción, a quién entrevisté también. Creo que el Despacito es un fenómeno mundial, pero de alguna manera han sido muy injustos, porque si él hubiera sido americano, se hubiera ganado los últimos Grammy a los que estuvo nominado. Indudablemente es la canción más importante del año pasado. Así que, de alguna forma, moralmente, él se ganó este premio.

Pese al fenómeno, hasta el día de hoy, y siempre, Fonsi ha sido un artista muy modesto y profesional. En este último tiempo ha tenido tanto trabajo que no lo he podido llevar a mi programa (Don Francisco te invita, de la cadena Telemundo), más que en una entrevista que le fui a hacer hace un tiempo. Ha estado muchísimo de gira. Y tampoco nos ha dado el tiempo para compartir personalmente, porque prácticamente no pasa en su casa, anda por todo el mundo. Es que Despacito es un éxito planetario y en las redes se ha visto: lo cantan en chino, en alemán, en holandés, o sea no hay idioma que no lo haya adaptado, no hay rincón del mundo donde no haya sido parte de la música del año pasado.

Nosotros mismos ocupamos algo de su melodía en la última Teletón. Hice un jingle inspirado en Despacito, aunque no era la misma música. Se llamaba Rapidito. Era “ra-pi-di-to” en vez de “despa-ci-to”. No era igual, pero sí muy inspirado en lo que transmite el tema original.

Por todo eso me parece fantástico que una canción en español triunfe en Estados Unidos. Aunque por otro lado, sigo insistiendo en que, de haber sido americano, se habría llevado todos los premios.

Pese al fenómeno de Despacito, hasta el día de hoy, y siempre, Luis Fonsi ha sido un artista muy modesto y profesional.