“ARCO está posicionado como puente entre Europa y Latinoamérica”
Entre el miércoles y el domingo se realizará la edición 37 de la feria española, donde participan dos galerías chilenas: Isabel Aninat y Patricia Ready. Aquí, su director habla sobre los lazos con América Latina y su interés por seguir internacionalizando
La primera vez que Carlos Urroz visitó ARCOmadrid fue en 1983, cuando la feria recién celebraba su segunda edición. Tenía 18 años y no se imaginaba que algún día llegaría a dirigir la muestra que ese día lo cautivó. “Fue una epifanía. Compré un catálogo de Jean Michel Basquiat”, recuerda sobre el evento que dirige desde 2010, considerado como uno de los más importantes del circuito de arte contemporáneo internacional.
Hoy, mientras alista los últimos detalles para inaugurar este miércoles la versión número 37 de la feria, señala: “Hemos colocado a la feria donde queríamos. ARCOmadrid está posicionado como puente entre Europa y Latinoamérica”.
Este año participarán 211 galerías, de las cuales 35 pertenecen a Latinoamérica; destaca especialmente la presencia de Brasil con 15 espacios. El eje central de la sección comisariada, en tanto, a diferencia de otras versiones no será un país, sino un concepto: el Futuro, para lo cual han tomado como punto de partida una cita del argentino Jorge Luis Borges: “El futuro no es lo que va a pasar, sino lo que vamos a hacer”.
“(Este programa) responde a la voluntad innovadora y de investigación constante de ARCO”, cuenta Urroz a La Tercera. “Se reunirán obras de 19 artistas para imaginar el futuro y proponer una visión de las complejidades próximas. Además, se dirigirán presentaciones y seminarios abiertos, concebidos para conectarse con artistas de diferentes generaciones y áreas geográficas”, explica sobre la sección curada por las españolas Chus Martínez y Rosa Lleó, y la suiza Elise Lammer.
Se habla de ARCO como una feria de descubrimiento, ¿cómo se diferencia en este aspecto de otras ferias?
Trabajamos mucho con el comité organizador -comisarios, directores de museos, de bienales, etcéterapara que hagan la preselección de artistas. Es una feria con muchas sorpresas en la que se da la oportunidad de descubrir artistas emergentes extraordinarios. Hay ferias que se centran más en los artistas, otros en los expositores (...). En ARCO trabajamos mucho en la selección de contenidos, y eso es algo que cualitativamente hace que sea una feria distinta.
¿Qué es lo que más atrae a los coleccionistas en la feria?
Es fundamental la cantidad de comisarios, críticos de arte, directores de bienales y museos que están en la feria y que hace haya mucha información sobre la evolución de los artistas. Esto siempre es interesante para el coleccionista privado. Damos mucha importancia a las relaciones entre los diferentes agentes que componen el arte actual: artistas, galeristas, ferias, directores.
Si bien ARCO no es una feria de récords, entre las obras que podrían alcanzar grandes precios estará Verre et comptoir aux fruits (1938), de Picasso, valorada en 3,1 millones de dólares.
La participación chilena Como otros años la galería Isabel Aninat estará presente en el Programa General de la feria. Será su octava participación en ARCO, esta vez con obras de los chilenos Carlos Leppe, Mónica Bengoa, Nicolás Franco y Catalina Swinburn, y el peruano Alberto Borea. Destaca especialmente el trabajo del grupo C.A.D.A. (Colectivo Acciones de Arte) de Lotty Rosenfeld y Diamela Eltit, que exhibirá el registro de Viuda, su última acción realizada en 1985, consistente en la publicación en prensa de la fotografía de una mujer -tomada por Paz Errázuriz, Premio Nacional de Artes Plásticas 2017-, como acto de concientización ante los crímenes acontecidos durante el régimen militar en Chile.
Asimismo, la galería Patricia Ready se presentará en el nuevo programa Futuro con la artista Patricia Domínguez, quien exhibirá una serie de instalaciones abstractas producidas recientemente durante su residencia en Gasworks (Londres), tras recibir una beca de Fundación AMA.
¿Qué opina sobre la escena artística chilena?
He visitado Chile en varias ocasiones y me complace ver cómo evoluciona favorablemente su escena, tanto artistas, galerías y gestores. Es difícil escoger artistas para mí, pero considero que desde Eugenio Dittborn, presente en la colección de Fundación ARCO, hasta los artistas que participan en esta versión, pueden competir en igualdad de calidad con otros de Latinoamérica y el resto del mundo.
¿Cómo cree que ha cambiado la percepción del arte latinoamericano
en los últimos años?
Cada país tiene unas particularidades propias, políticas o sociales que pueden influir. Son artistas con una personalidad muy definida, eso es lo que realmente les hace originales e interesantes. El arte latinoamericano interesa cada vez más en Europa por su excelente potencial.
En 2016 se creó ARCOlisboa, ¿ha pensado entrar de lleno a América Latina con un evento similar?
Efectivamente el interés por la internacionalización de la feria quedó reflejado con la creación de ARCOlisboa, que representa una puerta de acceso al mercado brasileño y por extensión a Latinoamérica. Es la primera feria con este sello fuera de España. En paralelo, realizamos proyectos y colaboraciones con otros países, en especial latinoamericanos.