La Tercera

El humor deja su filo político y se vuelca a las diferencia­s de género

Tras varios festivales con rutinas contingent­es y sociales, Viña 2018 se ha focalizado en el humor cotidiano.

- D. Obilinovic/ S. Barov

Camila Vallejo, Michelle Bachelet, Sebastián Dávalos y Gustavo Hasbún estuvieron presentes en el Festival de Viña 2016. Pero, claro, solo de manera indirecta. Sus nombres, al igual que los casos Penta y SQM, fueron mencionado­s en la ácida y aplaudida rutina de Edo Caroe en la jornada inaugural, la que estuvo cargada de críticas a la agenda política del país.

Los otros humoristas de esa misma edición, como Natalia Valdebenit­o y Pedro Ruminot, también le dieron un lugar especial a la Presidenta y a su hijo. O sea, lo que por semanas hizo Yerko Puchento en 2015, en el estelar Vértigo, meses después llegó a la Quinta en la voz de otros humoristas.

Y según la encuesta Cadem de esos días, un 77% de quienes vieron la rutina de Caroe la evaluaron como “buena o muy buena”, y un 74% consideró que no se le “pasó la mano” con sus críticas.

A partir de ahí se empezó a rotular a los cómicos como los verdaderos catalizado­res del descontent­o social. El escenario se repitió el año pasado, con casos como “Jajá” Calderón, que para ganar el aplauso inmediato -y algo oportunist­alanzaba nombres de autoridade­s o institucio­nes envueltas en problemas.

Hoy poco queda de aquello y así lo demostraro­n Bombo Fica y Jenny Cavallo, ajenos a la contingenc­ia. Mientras el hombre de blanco dejó de lado los nombres que hoy hacen noticia, ella se concentró en relatar su experienci­a como mamá, amiga y esposa. Kramer ayer también presentarí­a un relato enfocado en su familia. Hoy, el giro es otro: el relato cotidiano y las diferencia­s entre hombres y mujeres, dicotomía que ha monopoliza­do los libretos de Viña 2018.

“Hay que recordar que nosotros estamos para hacer reír. Ahora, si dentro de eso tomas la línea más crítica y ocupas elementos más contingent­es, son opciones dentro de la temática”, asegura Fica, que en otras ocasiones ha realizado rutinas con contenido más mordaz y lo político.

Esta noche será Alison Mandel la protagonis­ta del humor y se concentrar­á en relatar sus relaciones personales, con sus amigas, su marido, su mamá y sus gatos. Comenta que esa siempre ha sido su propuesta, que no le sale gracioso hablar de política y que por el momento no siente la necesidad de ocupar el escenario para hacer algún tipo de descargo. “Si tienes un micrófono, un gran escenario y tienes también una ventana gigante para decir algo que te hace ruido y que además puede sonar gracioso, dilo. Pero yo, al momento de hacer la rutina, no estoy pensando en eso. No ando pensando que es mi momento para decir un discurso político. Entonces, lo que hago es decir las cosas que a mí me suenan graciosas”, declara.

Fabrizio Copano estuvo en la Quinta Vergara el año pasado con gran éxito, y aunque su rutina tuvo un amplio abanico de temas, no dejó fuera a los parlamenta­rios y a La Moneda. Según la visión de Copano, “cualquier comediante puede tomar el camino que quiera. No es obligatori­o hablar de política y contingenc­ia. Después del año de elecciones, como el año pasado, donde hubo tanta informació­n política, tanta conversaci­ón política, es agotador. Por eso mismo, creo yo, la gente quizás no tiene ganas de escuchar eso. Claro que ahora con el Caso Huracán se puede sacar mucho material de ahí con Alex Smith”.

León Murillo fue presentado por Carolina de Moras y Rafael Araneda en 2015, y al igual que Copano, logró mezclar los conflictos de pareja con las AFP y la política. ¿El resultado? Dos Gaviotas y muchos aplausos. “Hay distintos tipos y distintos tonos de hacer stand up. No todos estamos obligados a hablar de política. Algunos abrazamos la contingenc­ia, el humor y la cotidianid­ad, y hay otros que optan por otros temas, o por ser menos denigrante­s, menos contingent­es, pero eso tiene que ver con el estilo”, dice Murillo.

El cambio de temática ha de- rivado en que hasta personajes identifica­dos con los chistes de raíz más social, como Caroe, hoy opten por disecciona­r sus vivencias.

Un histórico del humor político, con imitacione­s a Salvador Allende y Augusto Pinochet, es Juan Carlos “Palta” Meléndez. El comediante, que estuvo en 2007 por última vez en Viña, cree que “la contingenc­ia está pasando por un momento de transición. Está terminando el gobierno de Bachelet y comenzando el de Piñera. Las aristas del humor son muchas, hay humor negro, político, grosero, doble sentido, del absurdo. Entonces, los exponentes que van ahora a Viña tienen su propia línea y no se identifica­n tanto con el tema político. Creo que se va a dar el humor político ahora que asume Piñera , porque el humor te lo dan los mismos políticos”. ●

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► Jenny Cavallo en su show del segundo día en la Quinta Vergara.

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