Otra vez Rusia
La delegación europea sumó su segundo caso de dopaje en Pyeongchang.
Los rusos no aprenden. Tras el escándalo de Sochi, se suponía que los deportistas de este país tendrían especial cuidado de no caer en el dopaje. Pero reincidieron. Y dos veces. Al caso del jugador de curling Aleksandr Kruchelnitcki, a quien ayer se le quitó la medalla de bronce que ganó en el dobles mixto, ahora se suma la piloto de bobsled, Nadezhda Sergeeva. Así lo dio a conocer la Federación Internacional de este deporte, según reporta el diario Sport News, de Rusia.
El organismo informó que la muestra de la atleta dio positivo por trimetazidina, un agente metabólico de un medicamento que se usa habitualmente para tratar las anginas. La prueba se le hizo dos días antes de que iniciase su participación en Pyeongchang, en la que finalmente salió 12ª.
El presidente de la Federación de Bobsled, el ruso Alexandr Subkov, ya le informó a la atleta sobre su positivo y que debe abandonar la Villa Olímpica.
La corredora, más encima, es reincidente. En 2016 ya había dado positivo por meldonium, la misma sustancia que Kruchelnitcki y Sharapova. Esa vez, eso sí, evitó la sanción, pues las huellas de esa sustancia pueden permanecer en el cuerpo por muchos meses. Por lo tanto, se consideró que la pudo haber consumido antes de enero de ese año, fecha en la que dicha sustancia se convirtió en prohibida.
Uno de los grandes objetivos de estos Juegos, limpiar la imagen que había dejado en Sochi en cuanto los dopajes, se va por la borda. Igual que en la versión anterior, por culpa de Rusia.
También hay otros dos casos. El de Ziga Jeglic, hockista sobre hielo esloveno, quien dio positivo por fenoterol en un examen realizado durante los Juegos.
El primer caso en Pyeongchang fue el de Kei Saito, patinador japonés de velocidad, quien dio positivo en un control fuera de competición por un diurético de acetazolamida, considerado como una agente de enmascaramiento de consumo de otras sustancias. ●