Nueva ley de inmigración de Macron
El Presidente de Francia, Emmanuel Macron, avanza rápidamente para cumplir sus promesas de campaña. El Consejo de Ministros aprobó el texto “inmigración controlada y un efectivo derecho al asilo”, que tiene como principal objetivo reducir el tiempo de espera para la solicitud de asilo de once a seis meses y facilitar las deportaciones. Un proyecto que ha encendido un fuerte debate en Francia, al endurecer las actuales políticas migratorias que rigen en el país.
El hecho no solo refleja que Macron está decidido a seguir avanzando con el cumplimiento de sus principales promesas de campaña, a pesar de los costos políticos que ello implica, sino que deja en evidencia la relevancia que el tema de la inmigración ha venido tomando en los países europeos. Según los últimos sondeos, el 63% de los franceses estima que “hay demasiados inmigrantes” y un 66% considera que la actual política antiinmigración es “demasiado laxa”.
La inquietud ante el avance de los movimientos populistas y nacionalistas –que han convertido la lucha contra la inmigración en su principal estandarte político- ha obligado a los gobiernos europeos, independiente de su tendencia, a endurecer sus discursos.
En este escenario, la reforma de Macron es una respuesta a un asunto que está amenazando algunos de los pilares fundacionales del proyecto de unidad europeo. El Brexit, el crecimiento de los partidos nacionalistas y el creciente debate sobre la necesidad de reforzar los controles fronterizos al interior del bloque son prueba del costo que puede tener para la Unión Europea no hacerse cargo del tema.