Kidzapalooza crece y 31 Minutos vuelve a triunfar
Todavía quedaban 45 minutos para el show de 31 minutos y el Kidzapalooza ya comenzaba a repletarse. Debido a que este año decidieron moverlo aún más al fondo del parque, en el sector sur y más cercano a calle Rondizzoni, tomaba alrededor de 15 minutos llegar desde los escenarios principales.
Adelante se ubicaron principalmente las familias sentadas en el pasto y ya más atrás la mayoría eran jóvenes que crecieron con la música de la banda nacida desde el programa infantil. Ahí latía una ventaja: el área destinada al mundo infantil era mucho más extensa que en las ediciones pasadas.
De esa manera se materializó el retorno del proyecto creado por Álvaro Díaz y Pedro Peirano al festival, tras dos exitosas pasadas en 2014 y 2012, donde fue la primera vez que se presentaron en vivo. “Ese es mi favorito porque es una sensación que te queda para toda la vida la primera vez que tocas en vivo y que funciona. Pero todos han sido súper buenos. Acá en los festivales es distinto, tienes que tener un ritmo más rockero”, comenta Díaz al bajarse del escenario.
A lo Bosé
El show de ayer empezó contando cómo el grupo, liderado por Tulio Triviño, se preparó para montarle un homenaje, pero al saber que su ex novia Cindy estaría presente, el conductor se quedó paralizado por un ataque de “panicosis”.
A partir de ahí, todos los integrantes participan del tributo cantando sus canciones favoritas -o sea, todas-. Hay guiños a la cultura popular, como la entrega a Tulio de un collage similar al que le regalaron a Miguel Bosé en el reciente Festival de Viña; lógicamente generó burlas y risotadas.
El público ovacionó cada títere nuevo que aparecía en escena. Los niños coreaban la mayoría de las canciones mientras sostenían peluches de los personajes o grababan con el celular de los papás. Pero los que más cantaron fueron los más grandes, los que cuando el programa empezó en 2003 eran apenas unos niños.
“Lo que a mí más feliz me hace es que está la idea de que 31 minutos hace espectáculo. Más allá de la nostalgia que pueda provocar, hay una cosa viva que hace que la gente sepa que viene a ver un buen show”, dice Díaz, quien hace un par de días celebró junto al grupo 15 años de existencia. “Ahora la gente celebra muy luego. Tenemos que celebrar cuando cumplamos 20, 40 o 31, esa fiesta estaría buena”, afirma riendo. Durante la primera jornada, 31 minutos fue el show más convocante de Kidzapalooza.
Otros destacados fueron The Alive, banda de niños estadounidenses de 10 a 13 años que recrean con gracia y pose adulta los grandes clásicos rockeros.b