¿FASCISTA, QUIÉN?
SEÑOR DIRECTOR
La semana pasada, José Antonio Kast vino a Concepción invitado por distintas organizaciones de alumnos para hablar de servicio público e inmigración en tres universidades.
En la U. Andrés Bello fue agresivamente interrumpido por quien lo caracterizó como enemigo fascista mientras se acercaba al podio. Luego de que el ex- positor le ofreciera una silla y micrófono para debatir, escapó del auditorio mientras fue abucheado por el público. Sin embargo, el éxito del video en redes sociales, no fue suficiente para disuadir a otra persona, quien en la U. San Sebastián anunció que no quería escuchar una respuesta del orador y que solo venía a proclamar su lucha contra el fascismo, evadiendo el debate. A lo anterior se le suma la gestión de las Juventudes Comunistas junto a la Federación para negarle el espacio para hablar en la Universidad de Concepción.
La ceguera ideológica es la única forma de explicar por qué quienes más hablan de tolerancia son los más intolerantes, y por qué los que suelen etiquetar a la gente de fascista recurren a atentados contra la libertad de expresión usando la fábula del “discurso de odio”.
El daltonismo moral está expuesto: si opositores gestionaran algo así contra una charla de Boric o Sánchez se les calificaría de fascistas, pero si lo hacen ellos no hay problema. Al contrario, es heroico. Cristóbal Díaz Guitart Mov. Gremial Crear USS
Felipe Vera
Presidente Mov. Gremial UdeC
Aldo Sanhueza
Presidente Federación de estudiantes UNAB