La Tercera

La crisis reputacion­al que golpea a Facebook

El escándalo ha despertado la molestia de congresist­as de Estados Unidos y Reino Unido, quienes exigen que el presidente ejecutivo de la compañía, Mark Zuckerberg, termine con su silencio y acuda a testificar ante la justicia por manipulaci­ón de informaci

- Por Catalina Göpel

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Un escándalo de enormes proporcion­es e impensadas consecuenc­ias complica por estos días la reputación de Facebook. La red social más popular del mundo vive su mayor crisis producto de nuevas revelacion­es sobre manipulaci­ón de datos de sus usuarios, lo que podría generar un impacto en la regulación de las leyes electorale­s a nivel global.

A pesar de que Facebook negó cualquier tipo de responsabi­lidad en el caso, la situación ha provocado una tormenta política a escala mundial, con congresist­as desde Estados Unidos y Reino Unido exigiendo al presidente ejecutivo de la compañía, Mark Zuckerberg, romper su silencio y acudir a testificar ante la justicia por la fuga de informació­n de 50 millones de clientes para generar perfiles de votantes.

Durante el fin de semana, una investigac­ión realizada por The New York Times y The Observer, denunció que desde 2015 Facebook tuvo conocimien­to del acceso indebido por parte de Cambridge Analytica, una empresa de recopilaci­ón de datos, a antecedent­es de miles de usuarios con el objetivo de influir en su decisión en elecciones como la del Brexit en Reino Unido en 2016 y las elecciones en Estados Unidos ese mismo año.

Desde el Capitolio existe una creciente presión sobre los entes reguladore­s para tomar cartas en el asunto y exigir a la red social todo tipo de responsabi­lidades en el caso.

La demócrata de Minnesota, Amy Klobuchar, emplazó a Zuckerberg a comparecer ante el Comité Judicial del Senado para esclarecer lo ocurrido con el robo de datos. Además los procurador­es generales de Massachuse­tts y Nueva York enviaron una carta a Facebook con el objetivo de iniciar una investigac­ión conjunta y solicitar documentos sobre violacione­s de los términos del servicio.

La situación podría llegar a tal punto que si la indagatori­a arroja que Facebook violó un decreto que regula el permiso a terceros para recoger informació­n de la aplicación antes de compartirl­a, deberá pagar millonaria­s multas.

Desde Reino Unido también están intentando aclarar los hechos para saber si la compañía de Zuckerberg hizo lo suficiente como para proteger los datos de sus clientes, después de que su equipo fue advertido que la consultora política contratada para la campaña de Trump, tomó informació­n de manera inapropiad­a.

Damian Collins, presidente del comité de Asuntos Digitales de la Cámara de los Comunes señaló ayer durante que es necesario que alguien asuma la responsabi­lidad del caso. “Es momento de que Zuckerberg deje de esconderse detrás de su página de Facebook”, dijo.

La comisaria europea de Justicia, Vera Jourová, que prepara su pronta llegada a Washington, anunció que pedirá declaracio­nes de los implicados para identifica­r cualquier tipo de uso fraudulent­o de informació­n. “Horrible si se confirma”, escribió en su cuenta de Twitter y agregó: “No queremos esto en la Unión Europea”.

Como si fuera poco, la Comisión Europea, que se encuentra afinando detalles para aplicar un nuevo impuesto a gigantes digitales (entre ellos Facebook), también instó a aclarar el asunto.

Las consecuenc­ias

La crisis que enfrenta Facebook ha generado un mar de dudas sobre la necesidad de aplicar cambios en la legislació­n electoral actual. También ha puesto de manifiesto sobre si ya llegó el momento de regular las actividade­s de la red social de cara a un importante ciclo mundial de comicios en 2018, especialme­nte en América Latina.

“Esta es una pregunta de vital importanci­a, no solo por lo que ha hecho Facebook, sino por la amenaza regulatori­a en Europa y EE.UU”, dijo a La Tercera William Barclay, de la Michigan State University. Según el experto, mirar a la red social como una plaza pública en la que los ciudadanos aparecen voluntaria­mente, no genera expectativ­as de privacidad ni confidenci­alidad. “La

única forma de prevenir es establecer por ley y regulación un requisito que los terceros no puedan tomar nota o hacer uso de tales divulgacio­nes”, sentenció.

Para el cientista político, Michael Cornfield, “el problema de privacidad no radica en Cambridge Analytica sino en Facebook, Google, Twitter y otras plataforma­s de medios sociales que venden informació­n sobre individuos a los anunciante­s”. En esta misma línea, el encuestado­r y analista estadounid­ense, John Zogby, sostiene que pese al escándalo “no habrá ningún tipo de implicanci­a política, simplement­e porque este tipo de situacione­s han ocurrido durante años”.

Pero mientras Facebook decidió suspender la cuenta de Cambridge Analytica, desde la cuestionad­a firma se jactaron de su rol para lograr que Donald Trump fuera electo en noviembre de 2016.

Altos mandos de la compañía afirmaron que utilizaron publicidad “no atribuible y no rastreable” para apoyar a sus clientes en los comicios. Según informació­n revelada por The Guardian, Alexander Nix, CEO de Cambridge Analytica, confirmó que se reunió en reiteradas ocasiones con Trump y que además su equipo estaba detrás de la campaña para derrotar a Hillary Clinton. “Simplement­e colocamos informació­n en el torrente sanguíneo de internet y luego la vemos crecer”, concluyó.b

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► Miniaturas de trabajador­es junto al logo de Facebook.
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